Sobre las causas porque no se debe usar de los libros
, y derrotas de las navegaciones de los
estrangerosestranjeros,
tittítulo 13.
De todo lo referido en el cap.capítulo I se sigue, que aviendohabiendo tenido y teniendo esta monarquiamonarquía tantos, y tan prodigiosos escritores españoless, que han compuesto tanta diversidad de obrass, que conducen a la en señanza de nuestra navegacionnavegación, que seraserá poco considerado, y menos advertido, el que para qualquieracualquiera
de la dominaciondominación del Rey, Nuestro Señor, pretendiere valerse de las derrotas, y libros de navegacionnavegación, que han compuesto, y coponencomponen los estrangerosestranjeros, porque con ellas van pervirtiendo las verdaderas, y legitimaslegítimas de nuestros españoles, para por este medio lograr por todos caminos sus intentos, de querer proscrivir proscribir contra los dominios de Su MagestadMajestadmajestad, y que totalmente dependan de ellos sus vasallos, quandocuando todas las naciones de las partes setemptrionales , y de otras devierondebieron depender de los subditossúbditos del Rey, Nuestro Señor.
Las razones porque en todo esta monarquiamonarquía se devierondebieron prohibir rigurosamente las cartas, libros, y derroteros de las naciones, es la primera, y principal de todas ellas, porque con usarse de los dichos libros, derroteros, cartas, ée instrumentos mathematicosmatemáticos, y de cosmographiacosmografía, se olvidan en estos paysespaíses las fabricasfábricas de ellos, y las artes de la navegacionavegacion, y Plotage: y juntamente los estrangeros por este medio de introducir en España, y en sus dominios sus obras engañosas, y se llevan por ellas mucha suma de dinero, que adquiere, embiandoenviando grandes cargazones áa vender a los puertos
de las Indias maculado de masmás áa masmás , con el contenido de sus escritos, la buena opinionopinión de aquellas partes, redundando por todos modos muchos daños áa la corona real del Rey nuestro Señor, y a sus vassallosvasallos, que olvidan la navegacionnavegación, que devedebe ser estimable, para por medio de ella, defender áa estos reynosreinos , y áa los demasdemás unidos con ellos.
Por cuyas causas, y por lo general que las naciones han aprendido de los españoles, por la continuacontinuá navegacionnavegación que hazenhacen áa todos los Estados de Europa, de AmericaAmérica, y del Oriente, sugetossujetos áa la governaciongobernación, y patrocinio de esta monarquiamonarquía: es cierto que para desfrutarla los portugueses, franceses, ingleses, olandesesholandeses, y otros tales del setemptrion, saben oyhoy mejor que los Españoles, las negociacíones, y navegaciones de las Indias, y dominios de su magestadmajestadmajestad, teniendo masmás individuales las noticias de sus enseñadas, puertos, y disposivionesdisposiciones, no porqporque ellos los han demarcado, ni descubierto, sino porque de los descubrimientos, derrotas, y demarcaciones de los vassallosvasallos desta monarquiamonarquía han recogido, y recogen lo mejor imprimiendo lo solido, y buena para si en sus idiomas,
para aprovecharse, y lo cauteloso, y lleno de infinitas maquinas, y mentiras, con demóstracionesdemonstraciones falsas de costas, islas, y enseñadas en lengua Española, y en otras, áa fin de por este medio introducir el engaño que no conocen muchos vassallosvasallos de su magestadmajestad, por averhaber olvidado lo principal, y tener inteligencia de algunas lenguas entregados al ocio, y su negociacionnegociación áa los estrangeros .
En atencionatención de lo referido, se nos ofrecen masmás manifestar las razones essenciales, para dárdar áa entender, que se deben prohibir las dichas derrotas, libros, y cartas de los estrangeros , siendo cada una de las dichas razones de por si, bastante para motivar a todos los vassallosvasallos que no las estimen, de las qualescuales es la primera tan antigua, como el principio de los descubrimientos, y conquistas de las Indias, Orientales, Occidentales, y en que los portugueses, franceses, ingleses, y olandesesholandeses empezaron áa viciar las cartas de marear, derrotas, y libros de navegacionnavegación, áa fin de incluir en sus dominaciones algunos dominios de esta monarquiamonarquía, sobre que especialmente los portugueses han movido la question del punto de
Manuel Fernandez de encifoenfu geographiageografía fol. 28. y Gonzalo Fernandez de Oviedo, en su 2. parte de su historia de las Indias, habladohablando de las Malucas desde fol. 145. capit. 8. hasta el ca. 9. fol. 155. Zespedes en su hidrographiahidrografía, ca. 13. fol. 160 la demarcaciondemarcación, por cuya parte se empezó áa mover este pleytopleito: la primera vez en tiepotiempo de los Señores Reyes CatolicosCatólicos, y del Señor Carlos V, que para la determinaciondeterminación de los dichos litigios embiaronenviaron sus juezes diversas vezesveces áa Badajoz el año de 1524. DespuesDespués de averhaber antes avidohabido muchos pareceres, y diferencias que refieren estos autores entre la margen citados, hablando de las antiguas copetenciascompetencias que huvohubo entre la Corona de Castilla, y la de Portuga, sobre lo que áa cada una deviadebía pertenecer en el Oriente, en las Malucas, y en el Occidente, de que dizedice Zespedes, q.que las costas del Perú, y del Brasil las traen los portugueses erradas en sus cartas, por meter RioRío de la Plata en su demarcaciondemarcación: y q.que en su carta, que estaestá en su almacenalmacén de Lisboa tienen bien puesta esta distancia: de que se infiere, que como las descripciones que hazenhacen para otros van cocon esta intencionintención de q.que subsista el engaño, passandopasando a establecer entre las demasdemás naciones, que por lo comucomun han hecho sus cartas, y derrotas, por las portugueses falsas, y por las Castellanas, antes que las Castellanas, que estavanestaban erradas se enmendassen en el padron
ordinario, y general con assistenciaasistencia del dicho autor, y cosmographocosmógrafo Zespedes, y otros: con que es visto, que no aviendosehabiendose todas las naciones uniformemeteuniformemente corregido q.que precisamente ha de prevalecer este yerro, porq.porque aunque le conozcan, todas solicitan su establecimiento.
La otra segunda razones, porque adelantando los dichos dicho engaño, por sus particulares fines, de confundir la buena disposiciondisposición de la navegacionnavegación de los vassallosvasallos desta monarquiamonarquía, y por coger dinero imprimen infinitos derroteros, athlas, cartas de marear, y mapas llenos de inumerables abusos y defectos: y de tal manera intolerables, q.que ayhay muchos sitios, islas, y costas que distan de su legitimalegítima demarcaciondemarcación áa 300. áa 500. y áa Tomus 1. cap. 2 O in Tabula geographicogeográfico, hydrographicohidrográfico, motus occeani, fol. 134 vertia adivio Aunste lodami, anno 1678 800. leguas, de los qualescuales , siendo tan clasicoclásico como es el Padre Antanasio Kircherio, de la compañiacompañía óo de Jesus, que imprimió sus obras del mundo subterraneosubterráneo en OlandaHolanda, escritas en parte áa donde ayhay los mejores cosmographoscosmógrafos y noticias del orbe, se halla en las dichas obras en el primer tomo, que al ReynoReino de la Nueva España lo pone en su mapa en la costa
de BenezuelaVenezuela, alias Caracas, que dista de la Nueva España, quandocuando menos por masmás de 10. grados, y la diferencia que váva con ellos de leguas q.que navegadas desde la costa de Caracas, desde Cabo Blanco, en 10. grados de altura hasta el Cabo de YucatanYucatán, principio de la Nueva España en 21. grados de altura, hazenhacen desde el Cabo Blanco, hasta el dicho cabo por la navegacionnavegación, masmás de 500 leguas, en que demasdemás áa masmás queda la diferencia que váva desde el dicho Cabo de YucatanYucatán, hasta la costa interior de Nueva España, que el dicho padre pone en el interior de las costas de Caracas, de los qualescuales yerros tan notorios (y los muchos que no se pueden reducir áa numero) se siguen tantos inconvenientes, que aunque huvierahubiera alguno en otra qualquieracualquiera arte, pudiera tolerarse, por el suplimento de la abundancia de otro pútopunto pero como en el arte de la navegacionnavegación no puede averhaber cosa que equivalga áa suplir el menor defecto en una carta de marear, óo glovo, porque como todos estos emispherioshemisferios costanconstan de circulos, de zonas, de grados, de polos, y parelelos, que hazenhacen distinitas dimensiones, con divisiones iguales, y fixasfijas, si en qualquieracualquiera de
todas ellas estuviera errado un punto, precisamente lo han de estar por consiguiente todos los demás, porque en una circular mensura, y divisiondivisión de la espheraesfera, con iguales distancias y apartamientos, no puede averhaber falta que no pervierta la genericagenérica maquinamáquina universal, en la qualcual no reparando los (que solo hazenhacen obras para vender, y sacar dinero de todas partes) imprimen para si los franceses, ingleses, y olandesesholandeses, los libros, cartas, y derrotas bien ajustadas y de estas solo usan los administradores, y factores de las navegaciones de las compañias de sus comercios, imprimiedoimprimiendo para todos los demás, por demonstraciondemonstración comuncomún, debiendo ser bien ajustado, en lo qualcual no reparando muchos españoles, que se pagan de los coloridos de las cartas, y mapas las estiman, porque no conocen lo que son, ni vénven la diferencia que ayhay de unos bolumenesvolumenes áa otros, si bien son dificilesdifíciles de comprehender, por la diferencia de lenguas, para enmendar, óo reconocer la falta, tanto por aversehaberse olvidado, por falta de experiencia las navegaciones que ayhay fuera de la carrera de las Indias Occidentales, quantocuanto porque para reconocer qualquieracualquiera falta
particular, es necessarionecesario tener los padrones originales, óo averhaber estado, y observado las longitudines, y latitudines de las partes q.que está puestas fuera de su demarcaciodemarcación pues aun lo que todos los diasdías se tragina, no lo pueden conocer bien los que tienen bastante suficiencia en la cosmographiacosmografía, y pericia en la navegacionnavegación.
La tercera causa es, porque aunque todos tuvieron en si todas las circunstancias que se requieren, faltandoles la inteligencia de las lenguas estrangeras , forzosamente ha de que dar para ellos la dificultad en pie, pues a averhaber la diferencia que ayhay en los libros de mar, y derroteros de los estrangeros , se hallara siempre esta dificultad por delante; y assiasí porque se vea que son falsos, y cautelosos los dichos derroteros, y libros, quien quisiere vérver el Athlas de Blaula, Columna Ardiente, la turba ardiento, el nuevo espejo del mar, y gran piloto de el athlas de Mochie, y otros muchos libros, y derroteros que se han escrito en AmsterdamÁmsterdam de OlandaHolanda, hallará que todos ellos estaestan universalmente llenos de infinitos errores, como los referidos, y que demás áa masmás en las demonstraciones, y contenido de sus narraciones,
que no concuerdan con los que imprimen en lengua Española, lo qualcual se puede reconocer por los dichos libros, en la diferencia de cantidad de fojas, y de todo lo demás que en ellos se cotienecontiene haziendolehaciendole lo propio en Francia, cuyas obras de Pedro Blois, Juan Sanson, y Nicolás Sanson, geographosgeógrafos franceses, q.que las embianenvían áa vender áa estos reynosreinos , y otros sus mapas, y cartas, no son las que embianenvían fuera, conforme áa las que usan en su navegacionavegacion como quien tuviere duda, y creyere lo contrario, lo podrá vérver, cotejando las originales suyas con las dichas: lo qualcual assiasí mismo sucede de lo que escrivenescriben, y componen los ingleses, porq.porque en todos los mapas, descripciones, y derrotas, no permiten que sus cosmographoscosmógrafos pongan en las que hazenhacen para vender, todas las circustanciascircumstancias que se deben advertir en los dominios que posseenposeen, viendoleviéndole que en el Athals de Pedro de Rupe, y en el Libro de Mar, y derrotero General de Jorge Bochingan estan ya por la mayor parte erradas las demostraciones de las costas, y de las islas, además de todo lo qualcual Mercurio Britanico, Francisco Draque, y otros ingleses, que han passadopasado por el Estrecho de Magallanes, y por el PasagePasaje del Mayre, escriviendoescribiendo las derrotas de ellos, se halla que algunas que han escrito para si, son conformes áa razonrazón cientificacientífica, y concuerdan, con las que han escrito nuestros españoles, y las que han hecho imprimir en Español, franceses, y portugueses, estan llenas de tantas mentiras, y sofilterias, que qualquieracualquiera que entiendere la navegacionavegacion conocer la cautela; la qualcual el año de 1681 bolvio áa revivir por la nueva publicacionpublicación del derrotero, que los piratas del Mar del Sur hizieronhicieron, pretendiendo dárdar áa entender en el que avianhabían salido desde 59.060. grados de la altura del Polo AntarticoAntártico, en la Nao Trinidad, por Mar Ancho, al Mar del Norte, y por la parte Oriental de la tierra de los Estados de OlandaHolanda, sobre que por ser materia impossibleimposible, se les dará satisfacionsatisfacción, áa los que pretendieren lo contrario en el capitulocapítulo siguiente.
CapituloCapítulo III
Titulo XIII Del Estrecho de Magallanes, y otros estrechos y
archipielagosarchipiélagos del mundo.
A todos los Estrechos de Gibraltar en Europa de Dacis, en el Oriente, y de Hud, y de Aniá, son en el setēptrionseptentrión de AmericaAmérica, y al de Magallanes, en la Regióregión austral, se les devedebe dar el nombre de estrechos; porque segunsegún la comuncomún difiniciondifinición de los geographosgeógrafos que dividen las partes del agua y de la tierra, estrechos son los brazos de mar, que entran áa Pierre Duval. en su carta general de todo el mudomundo comunicarle con otros mares por entre dos tierras poco apartadas: y archipielagosarchipiélagos, todos aquellos mares que tienen en sus golfos muchas islas, como si dixeramosdijéramos el Golfo de Rodas, y de Chipre, y el Golfo de Oriente, y del Occidente, y de la India Oriental, para las Malucas de S. Lazaro, y Filipinas, siendo assimismoasimismo archipielagosarchipiélagos los golfos de las Islas de los Ladrones óo Marianas, el de las Islas de Salomon, y el de la costa de Chile, por la parte de medio diadía, de la Isla de Cile que la se tiende con otras muchas áziahacia el Estrecho de Magallanes, hasta el Cabo Oriental del golfo de Cabo de Corzo, desde el qualcual passandopasando para láslas partes orientales del PasagePasaje del Mayre, ayhay assimismoasimismo las islas que adelante se diran, q.que están para aquella parte áa vista de la tierra Austral que corre por la graduaciongraduación de 60. grados del Polo AntarticoAntártico, hasta masmás de 70. grados, de la qualcual dicha tierra no se sabe hasta aoraahora, si se coponecompone de muchas islas óo es firme: si bien es cierto, que las que las dichas orientales son muchas masmás de las que se conocen, y las q.que componen otro archipielagoarchipiélago, pues segunsegún la disposiciódisposición de ellas, y los indicios, parece que corren entre los paralelos de 50. áa 60. Grados áziahacia la tierra de Quier, óo de los Papaguyos, que esta Norte Sur, con el Cabo de Buena-Esperanza en el occeanoocéano meridional, siendo al parecer de todas ellas inhabitables, pero todas las demás que se ha dicho en el Mar del Sur, se conocen, porque todas ellas han sido reconocidas por diferentes vassallos desta monarquiamonarquía, que en cinco esquadrasescuadras distintas, y en diferentes años han ido áa reconocerlas, viajando para las Malucas, Filipinas, y otras partes, passandopasando por el Estrecho de Magallanes, por el qualcual , y por el passagepasaje del Mayre passanpasan tambientambién muchissimosmuchisimos naviosnavíos franceses, ingleses, y olandes, que cada año vánvan áa comerciar, y áa piratear en las costas del Mar del Sur, y áa negociar en sus islas de las Filipinas, y en otras partes de el oriente.
Con que no deviendosedebiéndose llamar estrechos finos solamente aquellos brazos de mar que passanpasan entre dos grandes tierras poco apartadas, no se devieradebiera dezirdecir, que en la tierra ausotral ayhay masmás estrecho que el de Magallanes: y aunaún este no devieradebiera gozar tal nombre, porque para la parte oriental, y meridional solo tiene la tierra del fuego, que no tenien lo aunaún 90. leguas de longitud, no merece el que equivalga su porción para hazerhacer estrecho, porque si esto valiera, muchas islas ayhay en el mundo que tienen masmás de 200. leguas de longitud, y por cercanas unas de otras, muchos masmás estrechos avianhabian de tener tal nombre en el orbe: pero dexandodejando áa parte esta questioncuestión, y al Estrecho de Magallanes su propio nombre, por ser grande dezimosdecimos por comuncomún opinionopinión de los autores, q.que estrechos son los que solamente se encalan por entre grandes tierras, y no los que hazenhacen la diversidad de islas que ayhay en todos los madres del mundo, porque si esto fuera assiasí, todas las estrechuras de las islas que componen los dichos archipielagosarchipiélagos, y el de las Islas de Barlovento, en las Indias Occidentales; se devierandebieran llamar estrechos, mo pasagespasajes, y cabos insulares, respecto el que todos los cabos de tierras firmes son promontorios, y las islas que entre unas, y otras forman diversas estrechuras, las tales estrechuras se llaman pasagespasajes, y no estrechos: lo qualcual assiasí parece que devedebe ser, por la comuncomún opinionopinión de todos los que nautica, y geographicamentegeográficamente han dividido, y demarcado las tierras, siendo el nombre de pasagepasaje, assiasí usado por ellos, y por Enrique de Brovers, general olandés, que quandocuando fue al Mar del Sur con su esquadra el año de 1643. No pudiendo salir del dicho mar, por el PasagePasaje del Mayre, salió forzado de la necessidadnecesidad, y malos temporales por el oriente de la tierra de los Estados de OlandaHolanda, áa vista de otra isla masmás oriental, dexadodejado en aquella parte el nombre de pasagepasaje:como assiasí parece de todos los emispherios planos que traen la tierra oriental de la RegionRegión Austral, siendo este dicho pasagepasaje (y el de Mayre, y otros muchos que ayhay en aquella regionregión, entre aquellas islas que forman el dicho archipielagoarchipiélago) por donde el Mar del Norte se comunica con el Mar de el Sur, demás áa masmás de los de la tierra de la Nueva Zelanda, y OladaHolanda de Dima, de la carpetaria de la Nueva Guinea, y otros que estan áziahacia las Malucas, hallandosehallándose el dicho PasagePasaje del Mayre menos de 90. leguas apartado del Estrecho de Magallanes áziahacia el oriente, por la costa del norte, y debaxodebajo del meridiano del 310. grados de la linealínea equinocial, poco masmás, óo menos, y los dos de Brovers, y de la Roché, entre dos islas que están Nodales, fol 25 Rodrigo Saz de Santa yana, en su exposicionexposición áa la spherado sacro bosco, fol 4. sanson, en sus emisferioshemisferios planos. áziahacia su oriente de la isla, tierra de los Estados de OlandaHolanda, en tal manera, que se vénven entre los circulos de meridiano de 320. y el de 330. dos grados de latitud menos, el PasagePasaje de la Roché, que cae debaxodebajo del meridiano de 328. hallandosehallándose las dichas dos islas, y algunas menores que ayhay junto áa ellas, en latitud de 55. grados, y medio, y de 55. y en parelelo dezimodecimo onzenoonceno, lo qualcual assiasí uniformemeteuniformemente costaconsta de los mapas bien corregidos, y demarcados, y de los nodales.
Titulo XV De la
conclusionconclusión de este argumento
Constando lo ya referido en este capitulocapítulo de todos los mapas, y derroteros q.que verdaderamente se han escrito, y compuesto sobre las navegaciones, estrechos, y pasagespasajes de aquellos golfos: y constando demás áa masmás de las especiales cartas, y derroteros, q.que de la RegionRegión Austral compusieron Perdro Sarmiento de Gamboa, Andres de San Martin, Pedro Teygeira de Albernas, los nodales, Diego Ramirez, Jacob Lemayre, y Guillermo Cornelio Escoutén, que todos fueron buenos cosmographoscosmógrafos, y marineros, que ocularmente reconocieron aquella regionregión; se véve que es claro, y cierto, que aquella isla que los Estados de OlandaHolanda tienen con nombre de suya, viene áa estar por el oriente de la Tierra del Fuego, y PasagePasaje del Mayre, comprehendiendocomprendiendo solo la dicha tierra de los Estados de OlandaHolanda medio grado de Norte áa Sur, y poco masmás óo menos de 60. leguas Leste, o Este, lo qualcual assiasí tiene evidencias de cierto, por la naturaleza de dicha disposiciondisposición del pais, y la graduaciongraduación de los meridia. Nos que cogen debaxodebajo de aquellas costas oriétalesorientales de los qualescuales sienten todos los autores alegados, y assimismoasimismo el Mayre, y Escoutén, q.que las descubrieron, que están tendiendosetendiéndose áziahacia el oriente de su pasagepasaje, en el qualcual la dicha isla de los Estados de OlandaHolanda tiene su Cabo de S. Diego en la mar, y costa del norte, en la dicha latitud de 55. grados , y medio al fin del dicho PasagePasaje del Mayre, y de Guillermo Escoutén, que assiasí los desarcaron, como todos los demasdemás autores citados, para que el que entiende de longitud, y a latitud, infiera, q.que no aviendo masmás de medio grado de travesiatravesía (de Norte áa Sur) no podra averhaber masmás de 9. leguas de tierra que andar de una costa áa otra.
A mayor abundancia de las dichas evidēciasevidencias contra los que dizendicen, y creen, que los dichos piratas salieron del Mar del Sur el año de 1681. por mar ancho, hallandosehallándose en alturas de 59. óo 60. grados del Mar del Sur áziahacia el Polo AntarticoAntártico, se añade conra los tales ignoratesignorantes que assiasí lo presumen, la circunstancia de que q.que estando las costas de aquellas islas, que vánvan áziahacia el oriente, quadocuando masmás en el dezimodecimo onze. no parelelo, y en latitud recta de 55. grados, y medio, hasta el meridiano de 328. Y de 330. Grados de la equinocial: como pudieron hallar pasagepasaje para el Mar del Norte por mar ancho, quandocuando masmás al oriente de los meridianos, paralelos, y latitudines, ayhay otras muchas islas, y tierras, que acaso se comunican con las Australes: como hallandosehallándose los dichos piratas (segunsegún dizendicen en su derrotero) en poco menos 60. grados del dicho AntarticoAntártico en el Mar del Sur, pudieron salir al Mar del Norte en seis, ni en siete diasdías, governandogobernando al Nordeste, quandocuando para dar la bueltavuelta circunferencial áa las dichas islas desde el meridiano de 300. grados de la equinocial (que passapasa por Puerto Viejo, y por medio de Estrecho de Magallanes) hasta el dicho meridiano de 328. óo 330. para salir por debaxodebajo de ellos al Mar del Norte, Zespedes en su hidrogaph. Nautica, cap. 9. F. 354 dando bueltavuelta áa todas aquellas costas, acrecentando lo que váva de 55. grados áa 59. y medio, óo áa 60. grados por distintios rumbos; no es creible que sobre ofrecerse estas dificultades, y las de las contrariedades de las corrientes, pudiessenpudiesen salir tan brevemente, ni tampoco sin vérver la tierra de las dichas islas, óo la q.que la Roché dize q.que se véve por la parte de suerte, y del sur de su pasagepasaje, la qualcual estadoestando assimismoasimismo áa vista déldel, hazehace masmás fuerte esta dificultad; porq.porque dado caso que los dichos piratas llegarrenllegaren hasta la punta de 57. y 58. grados, como estos han llegado, para salir desde ella al Mar del Norte, despuesdespués de hallarse en esta altura, que es menos dos grados de la de 60. Parece que necessidadnecesidad aviahabía de encontrar con la Tierra Austral, porque en la latitud de los dichos 57. y 58. grados, no vedravendrá áa verse la costa de la tierra que vió la Roché áziahacia el medio diadía masmás que de 58. grados porque si en masmáss altura se halla de , no fuera possible que dicho Roché pudiessepudiese averhaber visto la Tierra Austral dicha, saliendo por su pasagepasaje por la costa de su isla oriental; porque aunq.aunque no diste masmás que dos grados de Norte áa Sur, no puedo averhaber dexadodejado de ecotrarencontrar cocon la dicha tierra el navionavío la trinidad de los dichos piratas, ni tampoco dexaradejará de dárdar con los discursos en lo masmás remoto de la tierra incognita, el que lo contrario presumiere pues aunaún con esto les damos los dos grados de bara que vánvan de 58. áa 60. en que dizendicen que lo hallaron y esta la Tierra Polar, por donde no es de creer que navegaron sobre ella, y sobre que navegando el Mayre, y Escoutén aquellas costas del Sur, despuesdespués de averhaber passadopasado su passagepasaje, dizendicen expressamenteexpresamente estas palabras: Que navegando y costeando El Mayre en su diario español, corejado con el verdadero, y añadido áa las primeras impressionesimpresiones de los nodales, fol. 32. la tierra nuevamente descubierta áziahacia la parte de medio diadía, teniendo de la otra vadavanda! la Costa Occidental del Estrecho de Magallanes, y llevando la Proa áziahacia el Norte, y el norueste, y otros rumbos setempinonales , disminuyeron desde 59. grados hasta 40. de que infiere, que la otra Tierra Austral del PasagePasaje del Mayre en el Mar del Sur, no dista mucho del dicho pasagepasaje, y que la tierra entre ella, y los Estados de OlandaHolanda se véve es la que por su oriente descubrió la Roché, con que es masmás clara esta prueba, contraria áa la opinionopinión de los dichos piratas embusteros.
Capitulo IIII. Sobre los descubrimientos de el Estrecho de Magallanes, y de los tres
pasagespasajes del Mayre, de Browero, y de la Roche, Magallánicos todos mes, en los golfos australes de la
AmericaAmérica.
Titulo XVI. Del descubrimiento de el Estrecho de Magallanes, de los que por él han pasado.
Aunque Mercurio Británico escrivióescribió una descripción de la tierra austral el año de 1607 y otros que imprimió en Latín, en Inglaterra, y otras partes, no por ello de vemos omitir el comunicar a todas las noticias antiguas, y modernas que se pueden ofrecer sobre la que el escribió de la tierra austral, y sus estrechos, ni tampoco dexardejar de dezirdecir, q.que la dicha descripciondescripción le hizo con poco fundamento, y acabó por la confusionconfusión de distintas relaciones, con intento de ganar dinero con ella, como por todos, lo solicitan los estrangerosestranjeros llenando de mentiras áa toda Europa, de las qualescuales la del dicho britanicobritánico contiene tantas fabulasfábulas, y patrañas, que no merece que se haga el timacion de ella, porque parece que las copiocopió su autor de la relacionrelación que Francisco Draque hizo de su viageviaje al Mar del Sur, y a la India Oriental, por el Estrecho de Magallanes, el año de 1577. Que quiso dar áa entender áa todos los europeos, que aquellos climas son can inhabitables, que en algunas partes que estuvo o hallohalló en 56 y 58 grados, que aviahabía meses enteras de noches y que los diasdías de los demasdemás meses eran muy cortos, lo qualcual no puede ser asimismo ni es facilfácil que se crea de las dichas alturas, y latitudines, por la igual correspondencia de climas, que en igualdad de altura, y opolieron de un polo áa otro dere averhaber porque hasta costaconsta de ningunningún Texto Sagrado, ni de autor alguno, el que Dios ayahaya perverrido, el orden de la naturaleza de los diasdías, sino es solo en los milagros que en la Sagrada Escritura se leen, de a ver detenido el sol, que es cierto que no le detendriadetendría en la parte austral de la RegionRegión Magallánica, para no salir a comunicar luzesluces, por la virtudes de Francisco Draque, ni tampoco dexariadejaría de seguir su continuado curlo, por favorecer las iniquidades que este dicho Herege hizo en las costas del Perú, y Chile, para donde otros muchos han ido, y van pasando áa ellas por el Estrecho de Magallanes, y por el PasagePasaje del Mayre, experimentando lo contrario, segunsegún adelante se dirá.
dexandoDejando aparte la fabulasfábulas, y cantelascántelas de las naciones, y declarando el descubrimiento del Estrecho de Magallanes, islas, esquadras natales, y vageles, que por él han pasado pasa el Mar del Sur, dezimosdecimos, que el primero que descubrió, y passopaso fue Fernando Manuel de Magallanes con tres naves, de las cinco de q.que se componiancomponían esquadra, don que le armoarmó el Señor Emperador Carlos V perdiendoseperdiéndose una las dichas cinco en la costa del norte Gonzalo Fernandez dde Obiedo y Valdes, en la 2. parte de su histor de las Indias cap. 3 solo 18 y cap. 4 fol. 20 y todos los demas hasta 34 del dicho estrecho, y volviendo la otra a España, por causa de un qualcual motinmotín que hubo entre la gente, pasando las demás naves a las Islas de las Malucas, de dodedonde solamente volviovolvió a España el año de 1524 la Nao Victoria, a cargo del comsmographocosmógrafo Juan Sebastián del Cano, despuesdespués de averhaber dado la vuelta a todo el Orbe: el qualcual dicho CapitanCapitán, y otros, informando al Rey nuestro Señor, y áa su real consejo de Indias, volvieron a amar otra esquadra el año de 1525 para volver áa embiarenviar áa las Malucas siete vageles, áa cargo de Frey Losre García de Loaysa, despuesdespués de averhaber pasado el dicho estrecho, y de averhaber arribado algunos de sus vageles a varias partes del mundo, se murió el general en el viageviaje, como asimismo murió antes el dicho Magallanes, pasando despuesdespués por el dicho estrecho una esquadra que se embioenvío áa socorrer áa Chile, y otras dos vezesveces áa cargo de Pedro Sarmiento de Gamboa, que desde el año de 1577. Hasta el año de 1581 le paso dos, o-- tres vezesveces: y el de 1618 los Nodales, que fueron los ultimosúltimos españoles que pasaron aquellas partes, y entre los dichos intermedios pasaron asimismo don sus esquadras al mar Gualtero Real en su historia de hechos de los ingleses desde fol. 74 hasta fol. 69 del Sur, los ingleses Francisco Draque, Francisco Vietero, Thomas Candieh, y otros muchos ingleses, y olandesesholandeses, que hasta el año de 1558. Y el de 1614 y el de 1623. Le han frequetado con sus esquadras, Oliberio de Hoor Spis Vergé, laques Tremit, y Carlos Enríquez Clerque, que el año de 1670. Paso áa las costas del sur, por el dicho estrecho, por donde asimismo antes, y despuesdespués han pasado, y pasan muchisimosmuchísimos Naviosnavíos de franceses, ingleses, u landeses, unos que han ido, y van áa robar: otros a comerciar en aquellos reynos, a donde tambientambién fue áa robar Ricardo de Aquines el año de 1594 con su esquadra áa saquear los puertos del Mar del Sur.
Titulo XVII. Del
PasagePasaje del Mayre
Entre la tierra, y Isla del Fuego, y la de los Estados Generales de OlandaHolanda, está el pasagepasaje que el año 1615. Descubrieron a 23 del mes de Henero, Jacob Lemayre, y Guillermo Cornelio Escouten aziahacia la parte Austral del Estrecho de Magallanes, hailando por el Oriente del dicho pasagepasaje, aquella dicha tierra, y Isla a quien pusieron el nombre de los Estados Generales de OlandaHolanda, y por el Poniente la Isla de tierra del fuego, que son las que (con darle vista una a otra) forman la canal del dicho pasagepasaje, de cuyo descubrimiento aviendohabiendo avidohabido noticias en estos Reynos, se previnieron dos Caravelas de orden de su MagestadMajestad, y su Real Consejo de Indias, para q.que Bartolomé, y Gonzalo viageviaje de los Nodales fol. r. y fol. 65 de Nodal, hermanos fuesen, como capitanes de ellas, y espertosexpertos marineros a reconocer el dicho pasagepasaje, para cuyo efecto aviendohabiendo salido de Lisboa el año de 1618. áa 27 de septiembre, pasarlo con prosperidad por el dicho pasagepasaje al Mar del Sur, volviendo a salir el al norte por el Estrecho de Magallanes, llegando de vuelta de viageviaje> a S. Lucar de Barrameda a delulio del año de 1619. despuesDespués de averhaber solamente ocupado en ir, y volver de las dichas partes 9. Meses, y dozedoce diasdías dexandodejando bien reconocido, y demarcado el dicho pasagepasaje, y el Estrecho de Magallanes.
Son tantos, y tan continuados los viagesviajes, que los estrangerosextranjeros hazenhacen al Mar del Sur, a las PhilipinasFilipinas áa las Malucas, y al Oriente, China, y JaponJapón, por el dicho viageviaje, que del podemos asegurar con toda verdad, que cada año pasan por el quadocuando menos, masmás de 50 vageles, en diversas vezesveces: lo qualcual hazenhacen las naciones por la seguridad q.que en elél háha reconocido, en pasarla brevemente, y por la combenienciaconveniencia de poder en el tomar refresco, para sus marineros y pasagerospasajeros, y denias a masmás, recorrer sus vageles en muchas, y prodigiosas bahiasbahías, y enseñadas, q.que alliallí se hallan con todas las cóbenienciasconveniencias necesarias, por todo lo qualcual, y porque el dicho viageviaje, para las dichas partes, es más breve, fa no, y seguro por el Mar del Sur, q.que por el cavo de buena esperanza, y Golfo Oriental le siguen las naciones, porque demás áa masmás quandocuando ayhay guerras entre ellas en el Oriente se les sigue el apartarse de todos los peligros, bolviendosevolviendose a Europa del de PhelipinasFilipinas, JaponJapón, China, y Malucas por el dicho Mar del Sur, y pasagepasaje del Mayre pasando en el discurso de sus viagesviajes por juro áa muchas islas en el Mar del Sur, a donde refrescan, y toman bastimentos un dinero alguno o que es la mayor (vrilidad) que pueden lograrlos que hazenhacen estas navegaciones, que tambientambién devierandebieran hazerlehacerle, por quentacuenta del Rey Nuestro Señor, para ponerlas en uso de sus vasallos, aprovechandoseaprovechándose su MagestadMajestad, y los que se interesasen en ellas de la utilidad que gozan los estrangerosextranjeros, que todos los años va áa las Costas de las Filipinas, por el PasagePasaje del Mayre, a comerciar en ellas con los propios frutos, y efectos que llevan de España cuya a consideracionconsideración debieran bien premeditar los Señores Ministros de su MagestadMajestad, para aplicarlos medios que conducen a evitar la dicha negociacionnegociación de los estrañosextraños, y ponerla en los naturales; porque si estas cosas, y otras que hemos manifestado al Señor Marques de los VelezVélez, no se ponen en la consideracionconsideración, y conveniencia de la razón de Estado MonarquicaMonárquica, importara poco el desvelo del que desea la conveniencia de la MonarquiaMonarquía, si todas ellas no se consideran, por lo general, y particular, pues por todos lados hemos dicho nuestro sentimiento, conforme áa lo que la experiencia nos ha enseñado en 25 años de conocimiento de la navegacionnavegación, y negociaciones de los estrangerosextranjeros.
Titulo XVIII. Del descubrimiento del
pasagepasaje de Enrique Brovers
Diario de el viageviaje de Enrique Brovers al Mar de el Sur por la áaRegion Austral Magallanica en el año de 1645. Impreso en OlandaHolanda en casa de Juan Bon año de 1645 dese fol. 9 hasta fol. 23 QuandoCuando las armadas navales, y Terrestres desta MMonarquiaMonarquía se ocupavanocupaban en defenderla de todos sus enemigos en Europa, y en otras partes, los enemigos olandesesholandeses, que siempre han pretendido, y pretenden subrepticiamente, como los de más enemigos dominarlo todo el Brasil (quitándoselo a los portugueses, que se habianhabían rebelado) y del Reyno de Chile, para cuyo efecto los Estados de OlandaHolanda a 6 de octubre (según consta por su data de este día, y año de 1642.) decretaron, que Enrique Brovers, con una esquadra que los dichos Estados de OlandaHolanda armaron, ViageViaje de Brovers, impreso en la ciudad de Nates año de 1647 desde fol 46. hasta 47. pasarse áa las dichas Costas de Brasil, y áa las del Mar del Sur, en cuya ocasionocasión, no aviendohabiendo logrado todo su intento Broers en el Brasil, paso con dicha su esquadra al Mar del Sur: y porque de su diario impreso en Francia, parece que pasó por el Estrecho de Magallanes, y de impreso en OlandaHolanda, por el PasagePasaje del Mayre: omitiendo el si fue por una parte o por la otra, parece por lo general de ambos derroteros, que aviendohabiendo pasado Brovers áa las Costas de Baldivia, y Chile tuvo en ellas mala fortuna, porque arlemos de que en ellas perdió mucha gente que le mataron murió en la Costa de Baldivia, despuesdespués de lo qualcual, bolvióvolvió su esquadra áa OlandaHolanda, pasando antes a querer salir por el PasagePasaje del Mayre, lo qualcual no pudiendo lograr su hijo Drique Broyers, se hallo forzado de las corrientes a costear por la parte del Sur la tierra de los Estados de OlandaHolanda, en la qualcual aviendohabiendo hallado pasagepasaje impensadamente el año de 1643, que es el mismo que la historia de Chile compuesta por el Padre Oballe, dizedice que fue el año que Brovers fue maltratado en Baldivia.
Por quantocuanto todas las dichas naciones de Francia, OlandaHolanda, y Inglaterra, proceden siempre con cautela en todo quanto escrivenescriben, para el comuncomún de todas las naciones, nos ha parecido conveniente advertir aquiaquí, sobre el dicho Otro derrotero de Brovers desde fol. 8 hasta fol. 9 viageviaje del dicho Brovers, que en otro derrotero que anda impreso en frances, con nombre de Brovers, y asimismo impreso en AmsterdamÁmsterdam de OlandaHolanda, parece que según la relaciórelación de el paso el dicho Enrique Brovers en dos meses desde S. SebastianSebastián del Brasil, costeando la costa del Norte MagallanicoMagallánico, hasta el PasagePasaje del Mayre, y que llegando alliallí, y no pudiendo pasarle, por averlehaberle errado en las señales de la entrada de él, paso accidentalmente, y llevado de las corrientes, por la costa del Norte de los Estados de OlandaHolanda, en la qqualcual, aviendohabiendo hallado pasagepasaje para el Mar del Sur, y entendiendo que era el de el mayre, paso por el dicho al Mar del Sur, en el qualcual aviendolehabiendole entrado los Sures con mucha fuerza, llego en menos de 9 diasdías a las Costas de Baldivia, adonde dizedice que se le murió mucha gente, y que en dos meses llegó alliallí, y volvióvolvió al Brasil.
Nicolas Yanz, en su historia impresa en Roterdam de OlandaHolanda año de 1601. desde fol. 228 hasta fol. 336 De este dicho derrotero, tambientambién se puede inferir, que es cierto, tanto porque el uno no contradizedice al otro en la disposiciódisposición de aquellas costas, y sus alturas quantocuanto porque Nicolás Yanz, piloto que fue de Oliberio de Noort, refiere en su diario, que tiene por cierto por relaciones que aviahabía visto en el Oriente, que aciahacia la parte Oriental de la tierra del fuego aviahabía muchas islas, demás a masmás de todo lo qualcual, tambientambién parece que es evidente todo lo referido, en orden áa que ayhay otro pasagepasaje por la parte Oriental de la tierra de los Estados de OlandaHolanda, porque alliallí le señalan Guillermo Boyeres, en su diario impreso en Ruan de Francia año de 1677. fol. 18. hasta fol. 22 por de Brovers todos los globos, cartas, y Emisferioshemisferios, planos, y Esfericosesféricos de Pierre Dubal, y NicolasNicolás SansonSansón, geographosgeógrafos, parisienses, tanto en las que hazenhacen para vender, como en las que disponen para si, demostrando por todas maneras, aquellas Costas, adonde los franceses han embiadoenviado el año de 1675. Una esquadra de tres navios, que, pasando por el PasagePasaje de el Mayre, y por el de Brovers reconocieron ser cierto.
Titulo XIX
Del descubrimiento que Antonio de la Roche hizo de otro nuevo
pasagepasaje de el Mar Norte al Mar de el Sur
AssiAsí como accidentalmente halló Enrique Brovers su nuevo pasagepasaje, para navegar libremente los Mares del Norte, y del Sur, por el oriente de la tierra de los Estados de OlandaHolanda, asiasí tambientambién Antonio de la Roche, y sus compañeros encontraron otro PasagePasaje el año de 1675. MasMás al Oriente la tierra que Brovers aviahabía descubierto antes por la parte Oriental de su pasagepasaje el año de 1643. La qual, según la descripciondescripción de la Roche, secretamente impresa en Londres en 12 pliegos, enquadernados en quartocuarto, el año de 1678. Y en idioma FracesFrances dezedice, que la dicha tierra es una isla, y que aviahabía la parte del suerte, y del Sur aviahabía otra tierra apartada, áa lo menos masmás de 10 leguas de la dicha ultima tierra, por lo junto adodeadonde salieron para el Mar del Norte, por su costa (new page) Oriental, que dizedicendicen que corre Noreste e Sudoeste para Oeste, y áa su parecer debaxodebajo de el meridiano de 328 grados, quedando asimismo debajo del de 330. La costa de la tierra q.que vieron al Sudeste, y Sur, lo qualcual asiasí parece verisimilverisímil de las demostraciones de los mapas generales, que desde 50 a 55 grados ponen la costa Austral de la tierra incognitaincógnita, empezando des d la altura de 45 grados Norte Sur, cocon el Cabo de Buena Esperanza, descayendo la costa hasta la aumentacionaumentación de los dichos 55 grados aziahacia el Polo AntarticoAntártico, pareciendo asimismo que esto es asiasí de un mapa general q.que la compania Oriental de los Estados de OlandaHolanda tienen en su almacenalmacén y casa de dicha companiacompañía, en la ciudad de AmsterdamÁmsterdam de OlandaHolanda.
La ocasionocasión de aversehaberse accidentalmente descubierto el dicho pasagepasaje del Mar del Sur al Mar del Norte, fue, porque aviendosehabiendose armado (como otras muchas vezesveces) en AmsterdaAmsterdam de OladaOlandaHolanda una Nao de 400 toneladas, y una valadra (orto) de 80 toneladas, cocon sus carganozes para cocon ellas ir áa comerciar en las costas del Mar el Sur, por quentacuenta de diferentes olandesesholandeses, e ingleses, (new page) q q.que las cargarocargaron la dicha Ciudad, y en la BaiaBahía de la de Cadiz el año de 1671. Los dichos vageles, despuesdespués de averhaber salido de dicha baiabahía, y hecho escala en las Islas de Canaria, y en el Rio de Gambia, de la costa de Guinea, pasaron por el PasagePasaje del Mayre al Mar del Sur, adonde vendieron sus haziendashaciendas en diversas partes de sus costas, y especialmente en las de Guayaquil, y del Realejo, adonde iban dirigidas desde Europa, de cuyo viageviaje aviendohabiendo bueltovuelto dicho navio, y valandra a la ciudad de Roterdan de OlandaHolanda, cargadas de muchas riquezas, un ayudante de piloto, y otro mozo francesfrancés pasaron a la ciudad de Cadiz el año de 1673. DespuesDespués de averhaber bueltovuelto del dicho viageviaje de los dichos Vageles en que fueron al Sur. Estos hablando en dicha ciudad de Cadiz con Antonio de la Roche, mercader ingles (aunque hijo de padre francesfrancés, y nacido en LodresLondres) le refirieron el gran utilútil que se les siguió a los que hizieron dicho viageviaje en dicho navionavío, y valandran, y su seguridad, que fueron causa estas noticias para que el dicho Roche detuviese con ofertas a los dichos dos hombres piloto, y francés, para hacer otro viageviaje semejante, (new page) por cuya causa, concluyendo sus depedenciasdependencias, paso con ellos a la ciudad de Londres el dicho año, y desde ella a la ciudad de Amburgo, áa donde armaron un vagel del 350 toneladas, y con el una valandra de 50 toneladas, que cargaron, llevando en dichas dos embarcaciones 56 hombres, con que llegaron el año de 1674. Por el mes de mayo a la isla de Tenerife una de las canarias, áa donde compraron vino, agua ardiente, y otras cosas necesarias para su viageviaje del Mar del Sur, haziendolehaciendole enderechura tan prosperamenteprósperamente, que dizedice el dicho derrotero, que aviendohabiendo salido áa 5 de julio de la dicha isla, pasaron el pasagepasaje del Mayre el diadía 18 de septiembre del dicho año, e inmediatamente a las costas del Perú, en las qualescuales, aviendohabiendo vendido poco de lo que llevaron, se bolvieronvolvieron qualcual carenar sus dos embarcaciones, y qualcual refrescar su gente en la costa de la isla de Chile, a donde refieren, que tuvierotuvieron forma de adquirir todo genero de bastimentos para bolverle a Europa: y que solicitando salir por dicho pasagepasaje del Mayre el año, y mes de abril de 1675. No lo pudieron conseguir, por averlohaberlo llevado los vientos tan al OrteNorte (new page) que quadoquando entendieroentendieron poder bolversevolverse haziahacia las tierras del estrecho de Magallanes, no pudieron, ni tampoco atracarse con la tierra de los estados de OlandaHolanda, para salir al Mar del Norte, por el otro pasagepasaje de Brovers, q.que refiere vieron con notable descosuelodesconsuelo, por no poderlo cogercojer, y ver que siendo ya muy entrado el dicho mes de abril, y el principio de invierno en aquellas partes, seria mucho el escapar con las vidas, mayormente no teniendo conocimiento, ni noticias de la tierra, que nuevamente iba viendo haciahacia el Oriente, la qual reconociendo, y haciendo diligeciadiligencia para arrimarse a ella, hallaron una enseñada, en que dieron fondo junto un cabo, o punta, que se tiende para el sudeste con 28. 30. Y 40. Brazas de fondo de arena, y piedra, en cuyo sitio estando áa vista de unas montanas de nieve, junto áa la propia costa, con muchas tempestades, hizieron alliallí mansionmansión de catorce diasdías, al cabo de los qualescuales aviedoaviendo el tiempo clareado, reconocieron que estavanestaban en el fin de aquella tierra, junto a donde dieron fondo, y vieron, que por la parte del sudeste, y del sur se via otra tierra alta, cubierta de nieve, la qualcual dexandodejando, y entrandoles, el (new page) viento por el sudoeste lentamente, rebasaron como pudieron, y salieron áa la vista de la dicha costa de la isla que dexarondejaron por la parte occidental, viendo la dicha tierra Austral, por las dichas parte, pareciendolespareciéndoles, que de una a otra abriahabría las dichas 10 leguas, poco masmás, óo menos, y que las corrientes eran grandes para el nordeste, se hallarohallaron en el Mar del Norte, en el intermedio de tres ampolletas, desenbocados del dicho pasagepasaje, q.que dizedicendicen es muy breve, por ser poca la tierra que parece comprender la dicha nueva isla, la qualcual dexandodejando, y navegando después un diadía entero para la bueltavuelta del noroeste les entro después el sur tan tormentoso, y fuerte, que navegaronavegaron otros tres diasdías a la bueltavuelta del norte hasta descaer en la altura de 46 grados, en la qualcual pareciendolespareciéndoles estar ya asegurados, refieren, que viniendo en busca de la Bala de todos Santos, hallarohallaron en altura de 45 grados una isla muy grande, y amena con un buen puerto aziahacia la parte oriental, en que hallaron agua, leña, y pescado, no viendo en aquella costa gente alguna, no obstante averhaber estado alliallí seis diasdías, al fin de los qualescuales, pasaron a la baiabahía de todos Santos en la costa de Brasil, y desde ella áa la ciudad de la Rochela, en la costa de Francia, a donde llegaron a 29. Del mes de septiembre del dicho año, pareciendo que es verdad lo que refieren algunos, que aziahacia el oriente del pasagepasaje del Mayre, ayhay muchas islas, y asiasí se ve, que áa lo menos ayhay la de Roche, porque Pierre Dubal, geographo parisiense, pone la dicha isla en la latitud q.que hemos dicho, y asiasí se ve en sus emispherios planos, con demostraciondemonstración de otra tierra haciahacia el Polo AntarticoAntártico, que aunque son de estrangerosextranjeros, se les devedebe dar crédito en este caso, por concordar uniformemente con otros.
Capitulo V.
De las difereneias de los climas, y de las de los
diasdías, y de las noches en la
regionregión meridional, desde 45. grados de la parte del sur, de la
LineaLínea Equinoncial, hasta 60. grados de la
elevacionelevación del dicho polo.
Titulo XX.
De la diferencia de los climas.
Para venir en conocimento de las diferencias de los climas, friosfríos, y calidos de la regioregión Meridonal, es necessarionecesario expecificar la diferencia de cada una, desde 45.áa 60. grados de aquella regionregión, pues de otra manera fuera dexardejar en pie la dificultad, con que navegaren aquellas partes, hemos tenido por sumamente preciso darles a entender las calidades de los temperamentos de aquellos mares, y costas del Estrecho de Magallanes, y de los pasagespasajes del Mayre de Brovers, y de la Roché, y de la igualdad, y desigualdad de los diasdías, y de las noches de la dicha regionregión, sobre que vamos primeramente advirtiendo, con Don Lazaro de Flores, D. Lazaro de Flores, en su arte de Navegar, fol.11 y 12. que clima, es una diferencia con tenida entre dos paralelos, que el uno, al otro no excede en su mayor diadía el tiempo de media hora, porque moviendosemoviéndose el sol con su curso natural, ya passapasa áa la vanda del sur, ya áa la del norte, causando, que los diasdías en una altura del polo, sean mayores q.que en otra; con que de aqui podremos colegir, y dezirdecir figuiendo esta opinion seguida de muchos, que tantos quantoscuantos espacios huvierehubiere entre los paralelos, que hay de 46. áa 60. grados, tantas diferencias avráhabrá de temperamento, y climas.
Ya q.que por los teperametostemperamentos, y climas de las graducaciones, y paralelos de la regionregión del Polo Artico se podrá regular las del Polo Antartico, sin q.que para cótradezircontradecir áa esto devadeba subsistir el experimentarse, que en pasagespasajes calidos, y en partes inferiores, se reconocen unas mesmas partes, que en poca distancia ayhay mucho friofrío, y calor, poco distante el uno del otro, como se vé en las partes del Nuevo Reyno de Granada, que en sus paramos es frigidissmo, y en los valles calido por estremoextremoy assiasí mismo tambientambién en otras muchaspartesmuchas partes de Guinea, del Brasil, y de la India Oriental: con que segunsegún esto, porque de un particular, ni de muchos no se dá ciencia, para cotradezircontradecir áa lo general, por las disposiciones de los climas de un polo, se devendeben respetar los del otro en iguales correspondencias: y no obstante el que es opinionopinión comuncomún entre los cosmographoscosmografos, que el sol anda ocho diasdías, y quarentacuarenta minutos masmás de la vanda del norte que de la del sur, que aunque es assiasi, y por esta razonrazón parece que la RegionRegión Antartica ha de ser masmás friafría que la Artica, tambientambién se experimente, en el tiempo que el sol hazehace su curso por la parte del Polo Antartico, le hazehace tan igual por el zodiaco en su tiempo, como en el del Artico, y que la falta de los dichos ocho diasdías, y quarentacuarenta minutos, hará solamente falta al numero de diasdías que anda de la vanda del sur, desigualando la cantidad de ellos en su carrera, y no alterando los climas, y temperamento; respecto de lo qualcual, tenemos por fixofijo que la naturaleza de la regionregión austrial, fructificando, y temperando similmente, corresponde áa la setemprional; y que el reconocerse que la regionregión austral es masmás friafría, no es porque el sol anda masmás ocho diasdías, y quarentacuarenta minutos de la vanda del norte, que de la del sur, sino porque yendoselléndose para ella desde Europa, desde AmericaAmérica, por entre los Tropicos, y desde las Malucas, PhilipinasFilipinas y , para passarpasar de todas las dichas partes por la del medio diasdías, passandopasando antes excessivosexcesivos, y rigurosos calores de la LineaLínea Equincocial, precisamente se han de sentir masmás los cuerpos humanos que salen de los climas, y temperamentos calidos, que no los que ván a ella de los frigidos, mayormente viendoseviéndose, que en la RegionRegión del Medio diasdías se encanalan los vientos antarticos por tantas estrechuras de tierras, que por ser de menor magnitud que las del norte, de necessidadnecesidad han de tener menos materia, para que los vientos australes pierdan su vigor, que parace ser la causa, de que por no tener en que quebrantarle, como los septentrionales subsistan masmás rigurosos, viendoseviéndose tambientambién demás áa masmás en Europa, en la Noruega, Olanda, Inglaterra, y España Occidental, que es la tierra frezca, y que por serlo, passandopasandoáa estas partes los que avitanhabitan las regiones calidades de AmericaAmérica, y los de la del Oriente, EtiopiaEtiopía, y Guinea, sienten mucho masmás los friosfríos de ella; porque no se han criado en tales constelaciones.
Titulo XXI.
De las diferencias de los
diasdías, y de las noches, en la
RegionRegión Meridional.
Los Nodales Diego Reamierz en su derrotero, y carta, fol. 34. y 35. Por lo que se sigue de lo referido, y de lo que dizendicen los Nodales, y enciso en su Geographia, hablando de las alturas, y diferencias de los diasdías y de las noches, tenemos por cosa cierta, que respecto de acercarse el sol a aquella regionregión austral, seis meses menos, ocho diasdías, y 40.minutos, empacadoempacando en Septiembre, y acabando en marzo, que quandocuando el sol estuviere en el dezimodecimo quinto paralelo del Polo Antartico, será el mayor diadía artificial de quinzequince horas y media: y para los que habitaré en 47. grados, de 16 horas, y los de 50. y 51. grados: y en el dezimodecimo octavo paralelo tendrá el mayor diadía 16. horas, y media: pero los que habitan en 55. grados, y en 56 grados de dezimodecimo onzeno paralelo, trendrá el mayor dia 17. horas, lo qualcual se entiende en todo el verano de aquella regionregión, gocandole con estas diferencias: Los que viven en lo interior, y en las costas del Estrecho de Magallanes, y de los PassagesPasajes del Mayre de Brovers, y de la Roché, tanto por la vanda del norte, como por la del sur, porquantocuantas aquellas islas, y tierras se tienen áziahabía la parte oriental por una propia latitud, de que se sigue, que por su naturaleza ha de ser habitable la tierra que se halla en la altura de 60.grados, y dezimodecimo catorzenocatorcento paralelo: y q.que alliallí tendrán los diasdías 18. horas, y por el contrario en su invierno serán las noches en las dichas partes, segunsegún en ellas, son los diasdías artificales, estando el sol de la parte del norte, y en tal manera, que el temperament de 45. y de 47. grados del norte, de cuyas alturas, y latitudines q.que comprehenden las costas de Vizcaya y Francia, hasta Nantes, se vé que son las masmás fertiles de Europa, y que el temperamento de 50. y de 53. grados de la tierra austral corresponde al de la Francia, Britanica, é éeInglaterra, de que se sigue masmás, que sera seraserábueno para evitar el del Estrecho de Magallanes, pues en su correspondencia de nuestro polo, se vé la abundancia de gente, y mantenimientos de las dichas partes, semejantes,áa los de Europa, siendo tambientambién los temperamentos de los de Flandes, de Olanda, de Amburgo, de Dinamarca, y de la Noruega, buenas, y abundantes de gente, y de lo demás, necessarionecesario, por su propia producionprodución, como en las partes australes, y orietalesorientales de la RegionRegión Meridional de la AmericaAmérica, lo puede averhaber experimentando en la tierra de el fuego, y en las demas demasdemásislas que corren aziahabía el oriente; porque corresponden en igualdad de temperamentoáa los de Olanda, y de Amburgo de 51.áa 55. grados de altitud del Polo Artico, en la qualcual no están en la rectitud de el Antartico todas las tierras del Medio diadía, porquantocuanto las referidas vánvan tendiendose tendiendosetendiéndose aziahabía el oriente del Estrecho de Magallanes, por una misma latitud, y paralelos en poca diferencia: todo lo qualcualassiasí se vé en las cartas, y Padrones de la Casa de la Contratacion de Sevilla, y en las cartas, y descripciones de Pedro SarmiétoSarmiento de Gamboas, de los Nodales, de Diego Ramirez, y del Mayre, y su compañero Escouten, y de todos los demás que los estrangerosextranjeros componen para si, a donde lo podrá vérver el que dudaredudaré, pues se deve dár masmás credito áa las experiencias de otros, y míasmias, que a lo que por noticias se suele dezirdecir.
Ultra de lo dicho, porque no se entienda que no dezimosdecimos nuestro sentimiento, sin bastatebastante comprobacion de los geographosgeógrafos, dezimosdecimos con Enciso, y Naxera, hablando de los signos que están en el zodiaco, y de la disposicion de la LineaLínea Ecliptica, que divide los 12. Signos en dose partes, dizedice Enciso, que los q.que están áziahabía la parte del Polo Antartico, llamandosellamándose signos Australes, que son Libra, Scorpio, Sagitario, Capriconico, Aquario, y Piscis, en que teniendo cada signo 30.grados del zodiaco de logitudlongitud, es cierto que vendrá áa tener la parte austral en sus signos 180.grados de longitud, y 72. grados de latitud, y otro tanto por la RegionRegión Artica en otros seis signos.
CoCon que considerando bien las longitudines, y latidudines de los dichos seis signos de la parte austral, se advierte, para inteligencia de los navegantes, y curiosos, q.que la calidad de los Ayres estacionarios en ella, desde 45. a 60. grad. de su verano, y de su invierno es sanissima y en su invierno, no tan rigurosa q.que impida áa subsistir alliallí personas vivientes, por lo qualcual, si en ellas huviessenhubiesen de avitar avitarhabitar Españoles, era precito q.que estos fuera naturales de las costas de Galicia, de las montañas, y de las de Cantabria que son frescas, porque de otra fuerte, si fueran de regiones calidadas, masmás fuera echarlos áa morir, que poblar, y defender aquellas tierras, q.que su magestad (que Dios gunide) ha menester mandar, y defender, y poblar el Estrecho de Magallanes, y el PasagePasaje del Mayre, para assegurar assegurarasegurarel Reyno del Perú, y las costas del de Chile, por q por q.porque aun queaunque es verdad, queáa los enemigos les quedan otros dos pasagespasajes, por donde poder entrar en el Mar del Sur, si el de Magallanes, y el del Mayre se poblassenpoblasen, y huviessehubiese en ellos guarda costas, se escusarianexusarían los gastos crecidos, y el cusados de la Armada del Sur, y ningunningún adversario, se atreviera áa arriesgarle áa manifiestamente perderse, porque en pasando los PassagesPasajes de Brovers, y de la Roché, de necessidadnecesidad avianhabían de passarpasar para Chile, y el Perú,áa vista de las costas de la tierra del fuego, y de Magallanes, en las qualescuales saviendosabiendo, que no tenian teniantenían recurso para bastimentos, y refescar en ella libremente, en ninguna manera se atrevieran, áa que la necessidadnecesidad los aniquilasseaniquilase.
CapituloCapítulo VI.
AssiAsí como se puede tener por cierto, q.que lo que dizendicen los historiadores, y geographosgeógrafos antiguos, de que la Isla de Sicilia era antestierra firme con la del reynoreino de NapolesNápoles, y que el curso de las aguas la ha dividio, alterando las corrientes su divisiondivisión: assiasí tambientambién se puede creer, que los fluxosflujos, y refluxosreflujos del mar occeanoocéano, y del sur, han dividio con sus corrientes en islas, mucha parte de la tierra meridional de AmericaAmérica, por q.porque si antes la tierra de la Isla de Sicilia era tan grande, y contigua de NapolesNápoles, con grandes porvinicas, y no tan engrosados sus mares como el occeanoocéano, y el del sur, fueron bastantes con los cursos del archipielagoarchipiélago ionicoiónico, y del MediterraneoMediterráneo, para hazerhacer franco el pasagepasaje que ayhay entre el Faro de MecinaFaro de Messina, y la tierra meridional de NapolesNápoles, de creer es, que masmás bien pudieran bastar para aislar mucha parte de la tierra austral, los fluxosflujos, refluxosreflujos, y corrientes del Mar del Norte, y del Sur, mayormente quandocuando aquellas tierras se vénven ya en desminuciondesminución para el Oriente, y masmás quandocuando toda ella está masmás sugetasujeta que otra, áa las tormentas de los dos polos, y competencias de corrientes, y mareas que causan irregulares alteraciones en aquellos pasagespasajes de Magallanes, y los demás,áa dodedonde las aguas corren algunas vezesveces para el Oriente, y otras para el occidente; lo qualcual se entiende, que probieneproviene de las aguas que se encanalan por las estrechuras de aquellos pasagespasajes, y archipielagosarchipiélagos, y por la reguridad de los vientos, que assiasí en aquellas partes, como en las de las continuas navegaciones de la AmericaAmérica manifestan, que las aguas vánvan empelidas de los vientos, desde el Golfo de Guinea, encanalandoseencanálndose por entre las costas del Brasil, y las de tierra firme, y Islas de Barlovento, desembocando para la ensenada de la Nueva España, y Seno Mexicano, por entre el Cabo de Corrientes, y Cabo de Catoche, buscadobuscando despuesdespués salida para la Canal de Bahama para el Mar del Norte, de que devemosdebemos inferir, que no todas las corrientes proceden de los vientos de la altura de los polos, pues vemos que corren para ellos: la razonrazón es, porque en las Indias, y en el Canal del Faro de MecinaFaro de Messina, en la del Estrecho de Gibraltar, en la Canal de Inglaterra, y en la Canal de Bristol, y en otras de muchas partes del mundo, en sus estrechos y pasagespasajes, corren en cada una de todas ellas las aguas para diferentes partes: con que se véve claro, que si la luna, óo los vietosvientos fueran la causa sola de las corrientes, fueran generalmente todas ellas regulares; pero enseñando el arte, y la experiencia lo contrario, y que una sola causo no puede producir muchos efectos encontrados, hallandosehallándose estos en la bariacionvariación de las corrientes, se probieneproviene con evidencia áa la concideracionconcideración, que hallandosehallándose esta contrariedad en un mesmo parageparaje, son muchas, y diferentes las causas que producen tales efectos, particularmente quandocuando ya es cosa conocida que las cabernas que ayhay en algunas costas profundas, son la causa de que encanalandoseencanalándose por ellas las aguas, alteran la quetaquenta regualar de ellas: lo qualcual es tan sabido ya, y tan ageno agenoajeno de disputa, que no admite duda alguna; pero para el q.que la tuviere para su curiosidad, y desengaño, pondremos aquiaquí algunos naufragios, y sucessossucesos singulares, porque de todos ellos se saquesaqué la consequencia.de esta verdad
Bien saben todos los peritos navegantes, y vigilantes marineros, que las principales cosas que se enseñan áa los pilotos, son saber las tablas de las declinaciones del sol, la bariacionvariación de la aguja de marear, y mareas, y corrientes de los mares; porque aunque otras particularidades devendeben saber, el que no supiessesupiese estas, jamás más acertará su derrota, ni tampoco merecera el nombre de piloto, quien con menos que con essosesos fundamentos lo fuere.
Y assiasí sabiendo lo que deben saber de la navegacionnavegación los masmás expertos pilotos; para la comuncomún practica de ellas, siendo en nuestros tiempos los masmás afamados los ingleses, franceses, y olandeses, se ha visto, y se está viendo cada diadía , que muchos que se crian toda su vida en la mar, se pierden áa centeneres en la Canal de Inglaterra, y en la Canal de Escocia, y Bristol, y en las costas de Irlanda, con ser aquellas partes las que masmás frequentan, y la Isla de Irlanda, donde los navios que venian de la India Oriental de la AmericaAmérica, y de Guinea, para Inglaterra, OlandaHolanda, Francia, y otras partes, se ha experimetadoexperimentado, que passandopasando áa reconocer la costa de IrladaIrlanda por la parte de oeste se pierdépierden muchos, por que aunque se governavangovernaban los pilotos, y capitanes por las generales regulaciones de la mareas de aquellas costas, creyédocreyendo q.que no teniatenía altercacionaltercación alguna, sin saber como se los llevavan las corrientes violentamente sobre los bancos, y restingas de aquella costa, en que se han perdido navios muimuy interssadosintersados, K hasta que el año de 1682. el Rey de Inglaterra embióenvió sus pilotos áa embestigarenvestigar la causa de las dichas perdidas de sus vajelesbajeles, y de los otros: lo qualcual haziendolehaciéndole assiasí con todo cuydadocuidado, los dichos pilotos, y cosmographoscosmógrafos del Rey de Inglaterra, hallaron que los fluxosflujos, y refluxosreflujos, en la costa de Irlanda por la parte de loeste, sóson de nueve áa nueve horas, fuera de lo regular de la demás, atríbuyendose esta violencia, y diferencias de corrientes áa las muchas concavidades, y riosríos que encanaládoseencanalándose por ellas atraen áa si las aguas del mar, que entran por diversos conductos, por debaxodebajo de la tierra de la dicha Isla de Irlanda; las qualescuales diferencias de las crecientes, y menguantes, y corrientes, universalmente las tienétienen los mares, conforme áa las disposiciones universales de la tierra; porque estas son las que masmás alteran la regulacionregulación general, expecialmenteespecialmente aquellas,áa donde ayhay muchas estrechuras, y pasagespasajes, de que se experimenta en las costas orientales del PasagePasaje del Mayre, que debiendo correr las aguas para el occidente, han hallado los que por alliallí han passandopasando, y hemos visto, que en las dichas costas orientales del Mayre (que son las de la tierra de los Estados de OlandaHolanda) corren las aguas para el Oriente, para el sueste, y para el sur, pareciendo q.que esto puede provenir de q.que el Mar del Sur en aquella parte impelido de su propia naturaleza busca salida para el del norte, por los PasagePasaje de Brovers, y de la Roché, sucendiendo tambientambién algunas vezesveces en el Mar OcceanoOcéano, que en 24 horas, dos vezesveces llena, y dos vezesveces vaziavacia: pero no sucendiendo esto en todas partes igualmente, porque en unas no crece masmás que una vez, como en las costas de la China acontece, ni tampoco guarda unas mismas horas en crecer, y menguar, porque en las costas de España, seis horas crece, y seis mengua, aconteciendo assiasí por la mayor parte en las costas de las Indias Occidentales, sucediendo en otras, que crece 7. horas, y mengua 7. horas, y áa vezesveces 5. horas, y en otras partes creciendos 8. horas, mengua 4. horas, halladosehallandose en Cambaya , que en 2. horas crece con gran velocidad, y de diferentes maneras los riosríos caudalosos del Oriente de Guinea, y de la AmericaAmérica, con sus grandes corrientes, y puganzaspujanzas, alterá halladosehallandose las corrientes, segunsegún se véve que lo hazenhacen en las Indias, el RioRío de la Magdalena, el de Orinoco, el de las Amazonas, y los de los desaguaderos de las K2 lagunas de MaracayvoMaracaibo, y de Nicaragua, sucediendo por consiguiente lo propio en las costas de Guinea, y de Oriente, que ayhay muchos, y caudalosos riosríos navegables, se debe inferir de todo, que las mareas son muchas, y distintas.
Titulo XXII.
De los
fluxosflujos,
refluxosreflujos, y corrientes del mar
occeanoocéano, y del sur en las partes del medio
diadía, o australes.
ÁA fin de que todos conozcan los fluxosflujos, refluxosreflujos, corrientes de los mares, occeanoocéano, y del sur, dezimosdecimos, que para conocer la constelacioconstelacio de ellos, es necessarionecesario, que demasdemás áa masmás de lo que la experiencia nos enseña, recurramos áa los masmás clasicosclasicosclásicos, y experimentados españoles cosmographoscosmógrafos, y marineros, que han navegado por diversas partes del mundo, porque si nos hubierehubieramos de regular por algunas derrotas que los nacionistas fue len componer para solo hazerhacer dinero: jamás encotrariamosencontrariamos cocon la verdad, ni dexariamosdejaríamos de tener por muy peligrosa la navegacionavegación de los Mares australes, quandocuando (aunq q.que dilatada) en tan segura, y facilfácil, como la mejor de toda la AmericaAmérica, dudando al presente esto nuestros españoles, por hallarse sin experiencias de aquellas navegaciones, para ellos dificultosas, por averhaber masmás de 60. años que los vajelesbajeles de los vassallosvasallos desta monarquiamonarquía no han passandopasando por el Estrecho de Magallanes, ni por el PassagePasaje de el Mayre.
Y assiasí, para seguridad, y consuelo de los q.que huvierenhubieren de passarpasar por las dichas partes, para el Mar del Sur, haremos aquiaquí manifestas las corrientes, fluxosflujos, y refluxosreflujos de aquellos mares, segunsegún las verdaderas, y uniformes noticias que hemos hallado en los españoles que han viajado por el Estrecho de Magallanes, y por el PasagePasaje del Mayre, aprovechandonosaprovechándonos assimesmo de algunas derrotas originales que cientificacientifica, y verdaderamente han escrito los estrangerosestranjeros, que antes, y despuesdespués han concordado, y concuerdan por lo general; con los de los españoles, sobre que prosiguiendo este discurso cocon propias experiencias, y con Don Lazaro de Flores, sobre las corrientes de la costa de Guinea, que dizedice, que entrando los sures en ellas corré Flores en su arte de navegar, 2. p. cap. 13. fol. 328. las aguas para el norte: como quiera que los sures reinenreinen poco alliallí desde septiembre hasta Marco, que es verano en la parte austral, no podra hazerhacer daño para esta navegacionnavegación de los estrechos, y pasagespasajes meridionales los dichos tiempos, y assiasí parece ser verdadero lo que el Mayre, y escoutén escrivenescriben, ViageViaje del Mayre añadiando áa los Nodales, desde fol. 4. hasta fol. 9. quandocuando para descubrir su pasagepasaje pasaronpasaron por la costa de Guinea, hallando vientos favorables en agosto, y septiembre, para áa 20. de octubre passarpasar la LineaLínea Equinoceal, y desde ella por Medio Fleo áa buscar la tierra austral, experimentando en sus viagesviajes, que desde la altura de la costa del CavoCabo de Buena Esperanca (aliás de los Cafres) corren las aguas para adelante áziahacia el medio diadía, hasta altura de 47. grados, y 43. minutos, q.que áa 6. de diziembrediciembre descubrieron la costa meridional por la parte del norte del Estrecho de Magallanes, tardando solo en su dicho viageviaje desde la equinocial hasta ella 46. diasdías. Y por quantocuanto las costas del norte, y las del sur del RioRío de la Plata, son tan conocidas, que no es necessarionecesario que se haga relacionrelación de ellas, y sus mareas, y corrientes, porque los que navegan áa Buenos AyresBuenos Aires las saben bien, omitiendo la relacionrelación de estos, y haziendohaciendo solamente de las costas del medio diadía, desde la altura de 45. grados de la parte del sur, de la equinocial, y del RioRío de la Plata, empezaremos la costa meridional, corriendo hasta la parte del norte de la boca oriental del Estrecho de Magallanes, y prosiguiendo con este discurso, y descripciondescripción hasta passarpasar por la vanda del norte, las costas del fuego, y boca del pasagepasaje del Mayre, corriendo la costa de la tierra de los Estados de OlandaHolanda, y costas del pasagepasaje de Brovers, se hará, para despuesdespués proseguir, costeando la tierra de la Isla de la Roché, al mare del sur, siguiendo semicircularmente de la propia suerte las costas de las dichas islas, y tierra firme, australes por la vanda del sur, desde su oriéteOriente de la costa de la Isla de Roché, hasta los dichos 45. grados de la costa de Chile, y su archipielagoarchipiélago de Chile, para el norte, de todas las qualescuales haziédohaziedohaziendo expresionexpresión de los fluxosflujos, refluxosreflujos, y corrientes, refieren los Nodales, que desde 45. grados en adelante de la costa del Mar del Norte, corren las aguas para el sudueste, con circunstancias, que áa vezesveces ayhay muchas corrientes encontradas, lo que segunsegún sentir de los autores, devedebe de ser por la variacionvariación de vientos que son fuertes en aquellas costas, que en ellas hazenhacen variar las corrientes como en otras, úu de los de los fluxosflujos, y refluxosreflujos de los Estrechos de Magallanes, que con sus muchas corrientes, y menguantes deben de alterarlas, sobre que dizendicen estos autores, hablando de la costa de le Mar del Norte, desde los dichos 45. grados , hasta la boca oriental del Estrecho de Magallanes, que las mareas en aquellas partes terminan en diferentes tiempos, que por los regimietosregimientos de nuestas navegaciones, se señalan, y que las aguas suben, y baxanbajan mucho masmás en aquellas costas, q.que, en las de España, siedosiendo alliallí el sueste, susueste travesiatravesía, como por cosiguienteconsiguiente lo son en las costas de la vanda del sure, el norueste, el oeste, y oes norueste: y assimismo es deste propio sentir el Mayre, y Escouté , que refieren lo propio en su derrotero de la dicha costa, hasta el Estrecho de Magallanes, que tiene su boca oriental en 52. grádosgrados, y medio, observados enmedio de ella, de cuya parte para la Boca del Norte, del pasagepasaje, del Mayre corren las aguas para el medio diadía, segunsegún que uniformemente lo sienten los autores citados dos, El Mayre en su diario desde fol. 8. hasta fol. 10. los Nodales, desde fol. 18. hasta fol. 35. y otra vez el Mayre desde fol. 9. hasta fo. 12. q.que navegaron aquellas costas, hallando los Nodales en su PasagePasaje del Mayre, que quandocuando en España era Plea Mar, era alliallí BaxaBaja Mar, y que de media canal para lo este, corriacorría el agua para la Mar del Norte, y de la otra media Canal áa Oleste, para el Mar del Sur, y para ambas partes, con mucha fuerza las corrientes, para tierra cocon diferentes revesas: pero no por esto es innabegableinnavegable en su tiempo oportuno el de su verano.
Por los que mira
áa las corrientes,
fluxosflujos, y
refluxosreflujos
de las costas del norte, de la isla, y tierra de los Estados de OlandaHolanda, y las de la Isla Oriente, descubrieron en diferentes tiempos, Enrique Brovers, y Antonio de la Roché,
dizendicen estos en sus derroteros, y viagesviajes,
q.que en la parte oriental del pasagepasaje del Mayre, corren las aguas algunas vezesveces para el
pasagepasaje de Brovers, otras vezesveces para el
pasagepasaje del Mayre, y generalmente les pareciaparecian, que desde el pasagepasaje de Brovers, para el de la Roché, corriancorrían las aguas para el Oriente: lo
qualcual
segunsegún muestro parecer por lo que la experiencia nos ha enseñado diversas
vezesveces en diversas partes del mundo: y alliallí, en que
devendeben desde ellas correr las aguas para el Golfo OrietalOriental; q.que la mucha fuerza de la magnitud del Mar del Sur, estrechada por el
PasagePasaje de Brovers, y el de la Roché, forzosameteforzosamente les ha de obligar áa inclinarse masmás para el OrieteOriente, q.que para el norte, tatotanto por estas razones, quáto quatoquanto por las q.que avemos avemoshabemos referido, de q.que en el Mar del Norte Magallanico, corré las aguas para el sudueste, de que assimesmo se puede inferir, que la
puganzapujanza de ellas, y de las del sur, las hazehace inclinar desde el PasagePasaje del Brovers en adelante, para el Mar del Norte, lo qualcual es visto ser evidente, porq.porque en lo natural de la fuerza mayor, no es creible, que la menor la pueda supeditar, porque demás áa masmás dezimosdecimos para mayor pruevaprueba; que quandocuando Antonio de la Roché salió del Mar del Sur áa buscar casualmente su PasagePasaje, halló que las muchas corrientes del Mar del Sur para el Oriente, de la parte OrietalOriental del PasagePasaje del Mayre, le llevaron áa descubrirle; lo qualcual assiasí tambientambién lo han experimetadoexperimentado los Nodales, que hallandosehallándose en la costa del sur, y del CavoCabo de San Bartolomé, al Oriente del PasagePasaje del Mayre, vieron que desde alliallí corren las Los Nodales en su viageviaje, y derrotero, fol. 35. 36. 37. 38. y 39. aguas áziahacia el Oriente, áziahacia el sueste, y áziahacia el sur, hallandosehallándose tambientambién en la otra parte de la Boca del dicho PasagePasaje del Mayre, jutojunto al CavoCabo de San Ildefonso, que esten la costa del sur de la Tierra del Fuego áziahacia el nordeste, corriendo tambientambién desde el dicho cavocabo, para loeste áziahacia el sudueste las aguas. L2
Por lo que se véve de todas las relaciones de todos los autores españoles, y estrangerosestranjeros, concuerdan con las de los españoles, y porque tambientambién el arte, y la natural disposiciondisposición de las tierras, y de los mares, enseñan q.que las naturalezas diversas puedepueden producir diversos efectos, quandocuando estos se vénven experimentados en la Canal del PasagePasaje del Mayre, y de San Vicente, que es todo uno, y el sobre de quien hablando los Nodales en la parte citada, sobre que de media canal para loeste, corre el agua para el Mar del Norte, y de media canal para la parte de leste, para la Mar del Sur, y para ambas partes con gran velocidad: aquiaquí se nos ofrece el reparo de notar, que las dichas corrientes encontradas en una mesma canal pueden provenir (de la causa) de que la grandeza de las aguas del Mar del Sur inclinadas de la parte del norte, del norueste, y del desde el TropicoTrópico de Capricornio para el Polo AntarticoAntártico entre la tierra austral Magallanica, y la austral incognita se encuentre con la otra pujanza, y fuerza de las aguas del Mar del Norte, en la Canal del Estrecho PasagePasaje, en el qualcual las gradesgrandes violencias de las aguas del Mar del Norte, que corren para el sudueste buscando salida, encontrando en la dicha canal la fuerza de las corrientes, y grandeza de las aguas del Mar del Sur, por no poder vencerse, In tatum, una fuerza áa otra, se véve que en el dicha encuentro desde el CavoCabo de S. Ildefonso, llevando su curso la corriente, para el nordeste, es alliallí la causa el agua del Mar del Sur, ensenada en la tierra oriental del fuego; la qualcual busca su salida la Mar del Norte, como por la parte de leste, por ser masmás flaca la tierra de los Estados de OlandaHolanda, la buscan las aguas del norte, por la parte de leste, salida para la Mar del Sur, en la qualcual hallandosehallándose de la parte del sur del CavoCabo de San Bartolomé, sin poder tender su curso para occidente, ni para el austro de la tierra incognita, le siguen para el Oriente, áa buscar salida para su mesmo golfo, quedando de la parte del sur de el dicho pasagepasaje para el norte las aguas del sur corriendo para el sudueste, por no tener impedimento, sino es el de la altercacionaltercación de los vientos, que siendo fuertes la mueven para diferetesdiferentes partes opuestas en todas ocasiones.
Titulo XXIII.
De los
fluxosflujos,
refluxosreflujos, y corrientes de las costas del Mar del Sur, del
pasagepasaje, del Mayre, hasta el
reynoreino de Chile, del Perú, y otras partes.
Aunque queda dicho, que desde el CavoCabo de San Ildefonso corten las aguas para el sudoeste, no por esto le contradizecontradice áa esta certeca , el que desde alliallí corran tambientambién en el Mar del Sur para otras partes, porque quandocuando vemos que en una sola costa ayhay tantas diferencias, no puede causar novedad el que apartandoseapartándose del dicho CavoCabo de San Ildefonso, en la navegacionnavegación del Mar del Sur, y áa vista de la costa de la tierra del fuego, q.que corracorran las aguas para el norte, para loeste, y para oes sudueste, en tendiendosetendiéndose esto, por lo q.que generalmente dizendicen los autores que se citan áa la margen, porq.que por lo particular hallarán todos una variaciovariación notable en ellas, y que en tiempo de verano, Los Nodales, desde fol. 40. hasta fol. 53. el Mayre f. 11. y 12. Olivero de Norte, impreso en Rosterdam de OlandaHolanda, 3. vez año de 1606. fol. 35. 36. y 37. corriendo las auguas para las dichas partes, no puede averhaber peligro de que las corrientes echen los vajelesbajeles sobre la Costas Magallanicas, si bien que en el tiempo del invierno de aquella regionregión quandocuando reynenreinen los nortes, es necessarionecesario tener gran cuidado de la navegacionnavegación de aquellas costas, en las qualescuales se halla, que en el verano so vientos generales, y reynenreinen mucho los susuestes, suduestes, y oes suduestes, de los qualescuales refieren los nodales, que en el Estrecho de Magallanes se embocanenvocan las aguas sin regulacionregulación, y que las corrientes en la boca del estrecho, por la parte occidental so muy fueres para el Mar del Sur, como assiasí mesmo lo son en la Boca Oriental para el Mar del Norte, corriendo desde el medio del estrecho, en la junta de ambos mares, las aguas para el norte, y para el sur, haziendohaciendo gran rumor, con gran meguante, y creciente, haziendohaciendo una hora de diferencia, siendo cierto, que entre CavoCabo de Corso, y el Estrecho de Magallanes corren las aguas mucho para la tierra, lo qualcual devedebe de ser, porq.que en aquella costa se cree que tiene en si grandes, y muchas cabernas que atraen las aguas para si, y assimesmo sabemos por lo general de todas las cartas, y derrotas, que en ella ayhay un grande anconancón sin salida, que ha dado motivo áa que muchos creyessencreyesen que era el estrecho, por dodedonde las aguas de el Mar del Sur se comunicavancomunicaban cocon las del norte: y que assimesmo creyeron otros, que las aguas del Mar del Sur, encavernadasencabernadas por debaxodebajo del la tierra, vengan áa salir áa la costa del Mar del Norte, lo qualcual entiendeentienden muchos, por vérver q.que en ella crecé, y menguan repentienamente las aguas, y regularmente aviendohabiendo por esta causa barado muchos navios en aquella costa del Mar Magallanica del Norte, estando dados fondo, masmás de media legua apartados de la tierra.
En esta navegacionnavegación del Mar del Sur, en su verano, desde el CavoCabo de Corzo, para el Perú, comunmente corren las aguas para el occidente; por cuyas causas los que viajaren por aquellos mares apartados de la tierra, avránhabrán de tener cuyadao cocon las ovservacionesobservaciones de las alturas, para no propassarsepropasarse del puerto que fueren a buscar, no acercandoseacercándose mucho áa las costas que ayhay desde el CavoCabo de Corzo áa la isla de ChiloeChiloé, por estar rodas ellas pobladas de muchas islas, de que por no tener conocimietoconocimiento no ponemos la disposiciondisposición de su archipielagoarchipiélago, q.que creemos será bastantemente navegable.
Titulo XXIIII.
De la
variacionvariación de la aguja de marear en diferentes partes del mundo, y en la
regionregión austral.
De la variacionvariación de la aguja de marear se ha escrito tatotanto, que la maquinamáquina de discursos ha causado mucha diversidad de pareceres enure muchos autores navegantes, que por hazersehacerse celebres con sus obras, han dicurrido muchas novedades sobre los efectos atractivos, y puntos fixosfijos de la piedra imanimán, de la qualcual aviendohabiendo escrito mucho, y Andrés Garcia de Cespedes, Don Larzo de Flores, el Padre Esebio Nieremberg, IuanJuan Tailnurio, Fortunio Aseytalo, y otros, áa todos ellos los podrán vérver los curiosos que pretendieren saber muchas cosas, y virtudes de la piedra imán, porque para nuestro intento bastará que hagamos expressionexpresión de las experiencias que los masmás avisados navegantes han tenido, y de lo q.que los masmás cientificos cosmographoscosmógrafos, y geographosgeógrafos españoles han escrito con general aprobacionaprobación; de los qualescuales siguiendo por lo general áa Cespedes, y no áa otros que le han copiado, y valiendonosvaliéndonos de lo que hemos experimentado en 25. años de naufragacionnaufragación por distintas regiones, dezimosdecimos cocon este autor, que no teniendo punto fixofijo, y terminado aquien aquiena quien la aguja tenga respecto, por estar tocados sus acercos con la dicha piedra, se véve que en passandopasando el cavocabo de buena esperanza para loste, la aguja noroestea, de donde se colige, que aviendohabiendo variacionvariación en ellas (aunque otros digan lo que se les antojare) no puede averhaber punto determinado en la aguja, porque si áa esta variacionvariación se les siguen las infinitas que se reconocen cada diadía, cierto es que fuera visoñariabisoñería, creer q.que en todas M partes tiene la aguja punto determinado, por que aunque sea verdad que la virtud de la piedra imán bien tocada en la aguja, la hazehace inclinar áziahacia los polos rectamente, tambientambién en muchas partes se halla que en otras nordestea, y noroestea, para que los que presumen que tiene punto fixofijo, y regulado en todas partes, se desengañen, y vean que no mira áa un solo punto, sino áa muchos, y distintos, pues demás áa masmás de lo dicho se halla, que en passandopasando el cavocabo de buena esperaza para Goa, siempre noroestea con aumento, y desde Goa para la China, PhilipinasFilipinas, y IaponJapón, con desminuciondesminución, pero en la Isla de Diego Rodriguez, 40. grados passandopasando el cavocabo de buena esperanza, que tiene 17. grados de latitud austral noroestea la aguja 20. grados, y en Ormuz, que está casi en el mismo meridiano con latitud setemptrional de 20. grados noroestea muy poco menos de otro tatotanto, de que áa nuestro parecer se puede tener por cienrto que la variacionvariación de la aguja, es mayor óo menor, segunsegún el apartamiento, óo cercaniacercanía de las regiones de los dos polos, Artico, y AntarticoAntártico, y segunda de latitud, de la amplitud Ortiva, y Ocidua del Sol porque en qualquieracualquiera parte que está la aguja, está paralela aloriéteoriente segunsegún la variedad de sus apartamientos de los polos: no obstante, lo qualcual se experimenta, que en la nueva Cembla, nordestea 17. grados.
Omitiendo, pues, otros exemplares de bariasvarias partes de obre, y reduciendonosreduciéndonos áa las experiencias, y inteligéciasinteligencias de los masmás avisados, y expertos marienerso, que han passandopasando al Mar del Sur, por el Estrecho de Magallanes, y por los PasagesPasajes del Mayre, de Brovers, de la Roché, diremos con el Mayre, y con Escoutén, que los que navegaren por medio treo, para las dicas partes australes, han de advertir, que empezando desde Europa áa la LineaLínea Equinocial para el sur, por el dicho medio Treo del Mare Etiopico , y Magallanico, devendeben seguir la experiencias de los masmás peritos que han hecho varions viagesviajes, para aquellas partes, de que ya dexamosdejamos dicho, que quandocuando dado caso que faltassenfaltasen las dichas derrotas, y noticias, bastara para conocer lo que aquiaquí se ha de referir por la disposiciondisposición, que se oponga áa esto la proposicionproposición que hemos hecho, sobre que no se devedebe dar credito áa M2 las de derrotas de los estrangerosestranjeros, porque quadocuando estas se conocen por evidencias mathematicas que son buenas, y verdaderas, y que cocuerdanconcuerdan generalmente con las de nuestros españoles: razonrazón será que nos aprovechemos de ellas, y de lo que el arte nos enseña.
Titulo XXV.
De la
variacionvariación del la aguja, en las alturas del Mar
OcceanoOcéano, en sus costas del norte australes.
Diario del Mayre, y Escouten, desde fol. 7. hasta f. 11. impreso en OladaHolanda, y traducido en español, anadido los Nodales. Por todas las qualescuales causas valiendonosvaliéndonos de las derrotas verdaderas que escrivieronescribieron IacobJacob, Lemayre, y Gillermo, Cornelio, Escoutén, y otras que hemos visto, en OlandaHolanda, Inglaterra, Francia, y otras partes: hazersemoshacersemos saber áa los navegantes, que navegando por medio Treo, en la Isla de Santa Elena, nordestea áa la aguja 7. grados, y medio, y de alliallí navegando, y en passandopasando la LineaLínea Equinocial para la RegionRegión Magallanica, por altura de las Islas de MartinMartín Bai, que está en altura de 20. grados, que alliallí nordestea la aguja 12. grados, Manuel d. fiueredo en su examen d pilotos, fol. 18. y 19. Antonio de la Roché, en su derrotero fsl. 22. y 23. los Nodoles en el principio de la historia de su viageviaje Antonio de Naxera en su reginiento de la navegacionnavegación, cap. 12. sol.91 y Manuel de Figuerdo, cap. 9 fol. 19. desde cuya parte siguiendo la derrota para la dicha tierra austral, en altura de 38. grados, nordestea la aguja 17. grados, y en la de 47. grados, y 35. minutos, nordestea la aguja 16. grados; lo qualcual se experimentó estando ya áa la vista de la costa de la tierra Magallanica, y Antonio de la Roché, hablando de su variacionvariación, despuesdespués de averhaber salido del Mar del Sur, al Mar del Norte, dizedice: que junto áa la tierra oriétaloriental de su PasagePasaje, halló q.que variavavariaba la aguja 19. grados, hallando assimesmo los Nodales, que en la costa del norte Magallanica, hasta el Canal del PasagePasaje del Mayre, varian las agujas de 16. áa 17. grados, por la parte del nordeste, siedosiendo demás áa masmás, cierto que en las tierras que corren de norte áa sur, tiene la aguja en ellas una misma variacionvariación, y los grados de la dicha variacionvariación, son mayores en la equinocial, y menores fuera de ella, por lo qualcual junto áa los polos en poco camino, y en mayor altura sn ciñe masmás la variacionvariación de la aguja, y crecerán, óo desminuirán masmás navegando de leste,áa oeste, que por otro qualquieracualquiera rumbo.
Titulo XXVI.
De la
variacionvariación de la aguja de marear en las alturas, y costas del Mar del Sur.
Como quiera que el conocimiento de la variaciovariación de la aguja de marear, es uno de los puntos masmás precisos, y necessariosnecesarios en las navegaciones de todos las mares del mundos, nos ha parecido, estando como está tan apartado de Europa el Mar del Sur, que será tambientambién de mucha utilidad para los pilotos, y marineros de él, saber la variacionvariación que tiene la aguja de marear en aquellos golfos, en los qualescuales haziendosehaciéndose los viagesviajes áa la vista de las costas, por defecto de poca experiencia, y falta de conocimiento de las corrientes, variaciones, y derrotas de las alturas, porque aquellos navegantes no son cientificos en su arte, si casualmente los engolfasseengolfase de mar en fuera una tempestad, óo corriente, apartandolos 500. úu 600. leguas de la tierra, dificultosamente podrían bolvervolver áa coger derechamente el puerto, para donde devierandebieran ir, respecto el que faltandolesfaltándoles la ciencia para valerse de todas las reglas que el arte enseña, aunque no les falten todas, faltando alguna, esta sola es bastante para que les falte todo, por cuya causa pudiera su magestadmajestad servirse de que áa expensas reales, óo del comercio peruano se sustetassensustentasen en Lima con buenos sueldos, un cosmographocosmógrafo, que enseñasseenseñase el arte de pilotagepilotaje, y de la navegacionnavegación, deviendodebiendo, ser el dicho cosmographocosmógrafo, criado en Europa, y exercitadoejercitado en el arte de la navegacionnavegación, porque los que assiasí enseñan, tienen mejores fundamentos, que aquellos que por el estudio de la expeculacionespeculación se graduan, y un ingeniero, que con fundamento enseñasseenseñase la fortificacionfortificación, y fundicionfundición de la artilleriaartillería, para de ella dar reglas áa los condestables, para dentro, y fuera de la navegacionnavegación, porque de lo uno, y lo otro ayhay muchas necessidadesnecesidades en aquellos reynosreinos.
Todos los que navegaren las costas, y golfos del Mar del Sur, hahan de notar, que en passandopasando el PasagePasaje del Mayre, desde Europa para el dicho mar, q.que hallará en altura de 57. grados, y 50. minutos, que la aguja nordestea 12. grados, El Mayre, y su compañero Escouten, f. 10. 12. y 13. Figueredo, vt su. pru. y assimesmo nordestea poco menos de 11. grados, en 56. grados de altura del Polo AntarticoAntártico, por cuya altura navegando los autores citados áa la margen para las Malucas, reconociendo que conforme iban desminuyendo la altura del dicho polo, iba desminuyendo assimesmo la variacionvariación, y en tal manera, que en altura de 17. grados entre el TropicoTrópico de Capricornio, y la LineaLínea Equinocial nordesteava la aguja solamente medio grado, y en 15. grados, y 12 minutos, tambientambién se experimentó, que la aguja nordesteava derechamente al norte, porque segunsegún dizedice Figueredo, assiasí tambientambién váva disminuyedodisminuyendo hasta fixarsefijarse, pareciendo que de la propia fuerte desminuirá la dicha variacionvariación yendollendo desde la costa del Estrecho de Magallanes cerca de la tierra para las de Chile, y de Lima, tanto por la igual correspondencia de la disminuciondisminución de altura, quantocuanto porque en las derrotas de los que han ido con armadas, y navios sueltos, desde Europa al Mar del Sur, y han navegado aquellas costas, se halla que es assiasí, y que esto será muy necessarionecesario para los que áa ellas huvierenhubieren de ir por el Estrecho de Magallanes, y por los dichos pasagespasajes para que deverándeberán de llevar buenas agujas de marear, y pedazos de piedra imán, y agujas de respecto, para hazerhacer todo los que se les puede ofrecer, haziendohaciendo dichos viagesviajes.
Titulo XXVII.
Para saber la
variacionvariación de la aguja de marear, alnacer, y ponerse el sol, sacadas al pie de la letra de los nodales.
Las reglas de variacionvariación de la aguja de marear, se hallá en muy pocos autores, reducidas áa quentacuenta por esta causa, y la de hallarse pocos libros de los que han escrito, y hecho imprimir los nodales, que assiasí mesmo las han reducido áa quentacuenta: hemos renido por sumamente conveniente sacarlas del dicho viageviaje, y derrotero, por estárestar bien ajustadas, y ser sumanemente necessarias. Los nodales, al principio de su obra en la adventéciaadventencia.
Primera regla.
La primera regla es, que si se marcare el sol de leste de la aguja para el norte, N andando el sol de la parte del norte, si los grados de la tabla fueren masmás que los de la aguja, entonces noroesteará, pero si los grados de la aguja fueren masmás que los de la tabla, se ha de tener, que nordestea, sacando el numeronúmero menor de los grados del mayor, y lo que quedare, será su variacionvariación.
Segunda regla.
Es la segunda regla, que si se marcare el sol de leste de la aguja para el sur, y el sol anduviere de la parte del norte, jutarsejuntarse ha el numeronúmero de grados de la tabla, con los grados que que la aguja les mostrare, y todo junto varia la aguja, para el noroeste; pero quadocuando al poner del sol se hizierahiciera esta observacionobservación se advierte que nordestea.
Tercera regla.
Esta otra tercera regla es, que si se marcare el sol de leste de la aguja para el sur, óo el sol anduviere de la parte del sur, y los grados de la tabla fueren masmás que los de la aguja, en tal caso se ha de tener, que la aguja nordestea sacando el numeronúmero menor del mayor, y lo que quedare, será lo que varia la aguja.
QuartaCuarta Regla.
La quartacuarta regla es, que si se marcare el sol de leste de la aguja para el norte, y el sol anduviere de la parte del sur, se ha de juntar el numeronúmero de grados de la tabla, con los grados que la aquja mostrare, y todo junto sera lo que varia la aguja, y si se hiziere esta observacionobservación al poner del sol con estas reglas, segusegún cada particular de cada una de ellas, entonces noroestea por todas las dichas quentascuentas destas quatrocuatro reglas.
Quinta regla.
La quinta regla es, para considerar, que si se marcare el sol, precisamente en el leste de la aguja, y el sol anduviere de la otra parte del norte, entonces la aguja noroestea, y si anduviere de la parte del sur nordestea, y los grados que la aguja mostrare essoeso tendrá de variacionvariación. N2
Sexta regla.
La concideracionconcideración de la sexta regla es, que si se macare el sol en qualquieracualquiera parte de las arriba referidas, y los grados de la aguja fueren iguales áa los grados de la tabla, en tal caso la aguja es fixafija, y lo mismo seráse se marcare el sol en el leste, áa los 21. de Marzo, y 23. de septiembre, q.que son los tiempos de los equinocios.
Todas estas reglas assiasí reducidas por dichos autores, son las que precisamente han menester los pilotos para las navegaciones largas, y las áa que pocoas aplican la concideracionconcideración, mayormente todos aquellos que navegan de leste, áa oeste por derrotas conocidas de las Indias Occiddentales.
Titulo XXVIII.
De las declaraciones del sol, y tempestades en la
regionregión austral Magallancia.
Como de las declinaciones del sol han escrito muchos muchos cosmographoscosmógrafos, y pilotos; parece que será cosa superflua tratar de ellas: pues como dizedice Flores, la eclipticaeclíptica es un circulo que divide la latitud en dos partes iguales con regla, y mensura de los movimientos de los planetas, porque desde él se comienzan áa contra los grados de latitud que tienen, assiasí los planetas, como las estrellas fixasfijas, diferenciandosediferenciándose la latitud de la declinaciondeclinación, en que la declinaciondeclinación se toma desde la linealínea equinocial, y latitud de la eclipticaeclíptica, porque las latitudines, óo son australes, óo septentrionales : las australes son las q.que caen de la vanda de la eclipticaeclíptica para el sur: y las septentrionales las de la vanda de la eclipticaeclíptica para el norte, que es porque puede una estrella, óo planeta tener la latitud austral, y la declinaciondeclinación septentrional: y por el contrario la declinaciondeclinación austral, y la latitud septentrional, en todo lo qualcual, aviendohabiendo seguido áa la letra áa este autor, añadimos, que siendo variable la obliquidad del Zodiaco, que por consequenteconsecuente lo han de ser las declinaciones del sol, por ser las tablas de una obliquidad distintas, y diversas de las que se hazenhacen para otra : con que de esto se puede colegir, que no pueden ser perpetuas las tablas, y que todos los navegantes devendeben mirar como se aprovechan de ellas, escogiendo siempre ( los que no las supieren hazerhacer) las masmás modernas, óo las masmás bien cecibidas, óo valerse de las reglas que cespedes, y Don Lazaro de Flores han ajustado, para hazerlashacerlas, las qualescuales se hallan en sus regimientos, y artes de navegar, por donde se puede vérver con Naxera , notando, que atrabesandoatravesando el golfo del Mar del Sur, desde las Islas de Salomon, hasta la entrada del Estrecho de Magallanes, se deben igualar tres quartascuartas, y por todo el dicho estrecho hasta el RioRío de la Plata, cinco sexmossesmos, y otro tatotanto desde hallá áa los costas de España, pero desde el RioRío de la Plata hasta el Estrecho de Magallanes, entrando por él adentro para toda la costa de Chile, hasta el Callao de Lima, y Panamá, se deverádeberá la sexta parte. Naxera en su regimiento de navegacionnavegación, cap. 4. fol. 28. y 29.
Señales de los tiempos, y tempestades.
Para conocer los vientos que pueden sobrevenir en qualquieracualquiera navegacionnavegación, por lo universal, se ha de reparar, que quandocuando el sol saliere claro, y sincero, ninguno indica buen tiempo, y quandocuando saliere con cerca de diversas colores, óo de color bermejo, como de fuego, echando rayos vermejos, y apartados del circulo del sol, es señal que se estan apartados que avráhabrá grandes vientos de áziahacia aquellas partes a donde estuvieren aquellas señales: y se el sol, quandocuando saliere, pareciere negro, óo verde, y hizierehiciere muchos circulos, y las nubes que parecieren con él fueren negras, son señales por dodedonde se debe creer q.que han de seguirse vientos australes del medio diadía, con rebolucionrevolución de aguas; lo qualcual demostrar quandocuando se pone, indicadoindicando lo propio, se parecen las mesmas señales: y assiasí, quandocuando la luna saliere pareciendo sutil, y clara, sin ningun cerco, dá áa entender que el tiempo será sereno, y claro, pero si pareciere sutil, y bermeja, y lo del rededor de ella pareciere claro, tirante áa bermejo, pareciendo como que se mueve, es de creer que vendrán tiepostiempos de áziahacia aquella costa de adonde ella se declina, masmás se la luna pareciere verde, éy negra, y espesa, es señal que avráhabrá tiempos cocon aguas de la parte del medio diadía, deviendosedebiéndose notar, q.que quatocuanto masmás fueren los cercos, tanto masmás seran los tiempos, y recias las tempestades; y quantocuanto menores fueren los cercos, menores serán los vientos, lo qualcual se ha de considerar quandocuando la luna es llena, y quandocuando viniere la conjucionconjución mirando dos diasdías antes las señales, y eldiadía de la conjucionconjución; porque conforme áa ellas, vendrá los tiempos: y silos tres diasdías parecieren las dichas señales, sucederán los dichos tiempos, respecto el que se el tercero diadía (que es de la conjucionconjución) no conformare con los dos passandospasandos, se avráhabrá de aguardar áa los dos diasdías que vinieren despuesdespués de la conjucionconjución, y aquello que endicare sucederá, sobre lo qualcual dezimosdecimos demás áa masmás, por lo que la experiencia nos enseña, que devendeben advertir los que navegaren las partes del mediodiadía australes, y Magallancias, que quandocuando el sol hazehace su conjucionconjución, con saturno en signos meridionales, hará grandes friosfríos, y no demasiado crueles las tempestades, que la turbacionturbación de las aguas suelen predicir, y otras señales de nuvesnubes que se hechan por el occidente, y para el Oriente, expecialmente las que hechan de se unas colas que inclinandoseinclinándose para abaxoabajo, se reducen áa mangas, y continuadas tormentas; lo qualcual suele suceder masmás que en otra ninguna parte, en las costas de Guinea, y passopaso de la LineaLínea Equinocieal, y en las costas de Tierra Nova, y otras partes, Y es tanta su virtud, y eficacia, que experimentan los navegantes muchas vezesveces efectos maravillosos del poder de su divina palabra, cessandocesando por este media las tormentas, y tempestades.
CapituloCapítulo VII. De la
descripciondescripción de las costas, puertos,
bahiasbahías, señales del Mar del Norte, y de la tierra de la
RegionRegión Austral, sease 45 grados hasta el Estrecho de Magallanes y los
PassagesPasajes del Mayre, de Brovers, y de la Roche.
Titulo XXIX. De los puertos,
bahiasbahías, y enseñadas de la costa del norte magallanica, desde 45 grados hasta 52 grados, y medio de la Boca oriental de el Estrecho de Magallanes.
Para describir las costas de las tierras magallanicas, australes, y las principales islas orientales en la RegionRegión Meridional, es necessarionecesario que recurranios a los autores españoles, que por vista de ojos las han reconocido, y ayhay muchas pruebas mathematicasmatemáticas, y noticias verdaderas de algunos estrangerosextranjeros que escriben sidedignamente, concordando en sus relaciones por la mayor parte, con lo que refieren los Nodales, Pedro Sarmiento de Gaboa, Andres MartinMartín, Diego Ramirez, y otros que han escrito sobre las disposiciones, y situaciones de el Estrecho de Magallanes,y del PassagePasaje del Mayre, y sus costas, que vieron, que es por donde (y por lo que han escrito el Mayre), y su compañero escouten iremos prosiguiendo este tratado, para que todos los navegantes puedan valerse dél en sus viagesviajes para el Mar del Sur, advirtiendo, que los que huvierenhubieren de hazerloshacerlos, los podran lograr con solo este Derrotero, si se aprovecharen bien de él , y con todas sus circunstancias, vendran en conocimiento de lo particular de aquellas costas.
Y asiasí, porque desde el RioRío de la Plata hasta la Boca Oriental del Estrecho de Magallanes corre la Costa Norte Sur, solo desde el dicho RioRío hasta el Cabo de San Jorge, y hasta la dicha Boca oriental del Estrecho Nordeste, Sudeste, porque desde el Cabo del SpirituEspíritu Santo, que estaestá de la otra parte del estrecho hasta la Canal de San Sebastian, que sale de él, va corriendo aquella Costa Norte Sur, quartacuarta de Noroeste, Sueste, diremos masmás que despuesdespués de aquella dicha Canal del Estrecho pasagepasaje del Mayre, hasta el Cabo de Penas, se corre la Costa Noroeste, Sueste, quartacuarta del Norte, y Sur, desde el qualcual dicho Cabo, hasta el de San Vicente, que estaestá por la vanda del Norte, en la propia Boca del PassagePasaje del Mayre, va assimesmoasimismo corriendo la Costa Noroeste, Sureste, y desde la Boca del Norte del PassagePasaje del Mayre para las Bocas del de Brovers, y de la Roché, por lo que colegimos por mayor, porque no ayhay individuacionindividuación. al Esnordeste, quartacuarta del Norte, y del Sur, desde el PassagePasaje del Mayre áa el de Brovers, masmás del passagepasaje de Brovers al de la Roché se cree qque corre la costa oes Noroeste Suroeste; todo lo qual hasta el PassagePasaje del Mayre, y su compañero , que descubrieron su passagepasaje, desde el qualcual para el de Brovers, y el del la Roché se hallan solamente las noticias, que por mayor escrivieronescribieron sus descubridores, que por averhaber passadolos accidentalmente, no nos han dexadodejado exactas noticias de las Costas Orientales de la Isla de los Estados de OlandaHolanda, ni de las de la Roché, que están áa su oriente.
Y porque se adviertáadvierta los muchos peligros, y dificultades qque se suelen ofrecer en largas navegaciones, desta qque no es tan peligrosa, como se presume, tenemos por necessarionecesario noticiar áa los que viajaren por las partes Meridionales, qque en llegádollegadollegado áa la Boca del RioRío de la Plata, óo áa su altura, qque es de 35 grados, poco masmás, óo menos de la parte del Sur de la Equinocialequinoccial, para ir en demanda del Estrecho de Magallanes, y de los demás pasagespasajes, se ha de entender, que desde el dicho RioRío, hasta el AncoAncon de las Sardinas en 45 grados escasos, no es necessarionecesario arrimarse áa la costa, porque al principio de ella, sale muy afuera el placer de buenosayresbuenosaires, y en algunas partes ayhay algunos cayos, y islas de que no tenemos suficientes noticias, masmás de las que auqueaunque se vaya 30 leguas de Mar en fuera, se halla son Los Noales en su diario, desde fol 13 hasta fol 16 do en aquella Costa del Medio diadía, la qualcual por parecer sospechosa, se deverá deberá siempre navegar con la Sonda el la mano, por razon de que en aquel Golfo Magallanico, siepresiempre se halla diversidad de fondos, y de castas de pescados, como los de las Costas de Galicia, y de Cantabria, para por todo colegir por las dichas señales el parage áa donde cada uno se puede hallar, para assegurrarseasegurarse en la navegacionnavegación de la costa, desde el RioRío de Buenos AyresAires, al CavoCabo de San Jorge, y AncoAncon de Sardinas, se ha de tener cuidado de apartarse de ella por las dichas islas, y malos fondos que junto áa la tierra se presume averhaber, y por las muchas corrietescorrientes, y rebesas de muchos y caudalosos riosríos, que desde las Pampas, y de la Cordillera, bajan al Mar Occeano con muca fuerza, y pujanza, arrojando muhca catidadcantidad de escrementos terrestres en aquella costa, de que refieré los Nodales, que desde el RioRío de la Plata al dicho Cano de S. Jorge, háha hallado fondo de 40. de 95. y de 100. brazas en arena menuda, por cuya causa no seremos de parecer, que ninguno vage de menor fondo que de 40. brazas para tierra, porque siendo aquella poco conocida, siempre será grande el riesgo de acercarse áa ella, pero en llegando áa la altura de 45. grados adelante, ayhay muchos, y famosos puertos en toda la costa magallanica, qque es masmás limpia, y fondable, con prodigiosas enseñadas en que poderse recoger, para assegurarse de qualquiera temporal, por cuyas causas, y las de que enteramente puedan bien conocer todas estas costas, se ha de advertir, que en llegando áa la dicha atura de 45. grados, hallandose en el Escandallo, piedra en el fondo, es la Tierra del Cabo de Santa Elena, cuya punta dizendicen Nicolás Clarcere su viageviaje que hizo al oriente, por el pasagepasaje del Mayre, años de 168 cap. 3. fol. 19. y 20. estos autores ya citados, y este de la margemargen que la costa, y punta es rara, pareciendo la dicha punta una isla desde lexoslejos, y teniendo por la parte del Norte, junto áa la Tierra Rafa de el Cabo de Sardinas, una enseñada con un islote en medio, rodeado de peñas , y que en la propia Boca ayhay otro islote en otra enseñada que está antes de llegar al dicho Cabo de Santa Elena, que assimesmoasimismo está con otra punta áziahacia una bahiabahía con tres islotes, que están leste oeste con la dicha entrada desta bahiabahía, en tal manera, que por entre los dichos islotes, y la tierra del dicho cabo, y punta pueden navegar los vajeles en plea mar, passandopasando áa la parte de el Sur para el RioRío de los Camarones, antes de llegar, al qualcual ayhay otra enseñada por la vanda del Sur del Cabo, y masmás adelante de ella la Boca de la entrada del dicho RioRío, que es grande, y profundo, con dos islas áa la entrada de él; despuesdespués del qualcual, corriendo la costa para el Cabo de San Jorge se véve una Sierra, y toda la costa limpia, y fondable, hasta el Cabo de San Jorge, que tiene una bahiabahía, por la parte de Norte, con buen fondo de 40. brazas en arena negra, a vista de toda la tierra ra-fa , hallandose el dicho CavoCabo en 47. grados escasos, con dos Farillones, óo Mogotes, que hazenhacen que parezca de fuera (yendo del Nordeste) que están apartadas de la tierra, y aunque parecen dos por tener un corte en medió pegado con la Tierra Firme, no es sino una con la pinta que sale al mar, Norte Sur, y con otra enseñada de la parte del Sur, hallandose junto áa los Farrillones dos Vasas, áa que se ha de dárdar resuardo, porqporque las corrientes echan los naviosnavíos sobre ellas, por correr mucho el Agua para la Costa, de la qualcual navegandose para el Sur, hasta dicho CavoCabo, dizendicen una misma cosa los autores citados en estas margenes, dando por señales El Mayre, y esconden, fol. 8 de más áa masmás las de los fodosfondos, en arena gorda, y en 54. y en 70. brazas, con multitud de aves, y de ballenas qque ayhay en todas aquellas costas: todo lo qualcual dezimosdecimos, no solamente por theoricateórica autorizada, sino tambientambién por experiencias continuas de diversas navegaciones, que hemos hecho áa las partes masmás principales del mundo.
Titulo XXX. De la costa, islas, fondos, y señales que
ayhay desde el Cabo de San Jorge, hasta la Boca Oriental del Estrecho de Magallanes.
Prosiguiendo la descripciondescripción de la costa, por lo que hallamos en los que han demarcado, visto, y navegado, dezimosdecimos con ellos, por lo que tambientambién vimos de ella, qque desde la dicha parte hasta las Islas de los Leones de los reyes, es rafa, y muy fondable; pero los Nodales que la vieron toda, poniendo áa estas Islas Leste, Oeste, con la punta masmás rafa de la Tierra Firme, dizendicen: que la dicha punta hazehace como montones de arena, óo Barreras blancas, y en la Mar un farrillon con una vasa,óo vaso, Los Nodales, desde fol. 27. hasta 32. en quien rebienta el mar; y una enseñada grande legua, y media, antes de llegar áa la Isla de los Reyes, con 12. y con 14. brazas de fondo limpio, y arena gorda, áa la entrada, hallandose junto áa la tierra 16 17. 17. y 19. brazas todo limpio, y arena negra: pero si muy abudateabundante de muchos leones en dos islas pequeñas que ayhay en dicha bahiabahía, y otros tres islotes masmás adelante para el sur, quedando, como queda dicho, atrás legua, y media la Isla de los reyes, áziahacia la parte del Norte del dicho puerto, adonde dizendicen que estaestá el Gran Puerto de Sire, donde han estadó muchos ingleses, y otras naciones, que en sus diarios quentancuentan muchas maravillas, del qualcual hablando el Mayre, y su compañero , dizedice, que El Mayre fol. 89 se hallaron áa la parte del Norte del dicho Puerto de Sire, con tierra baxabaja, Ribera llana, y algo blanca, que es lo propio que refieren los Nodales, expressando los unos, y los otros, que en 10 brazas se hallaron masmás de una legua apartados de la tierra, y que vieron los dichos islotes, y arrecifes referidos, que son los propios que señala Oliverio de Noort, de cuya relacionrelación, y de las demás se colge, que las aguas crecen, meguan Oliverio de Noort, en su viageviaje, cap. 4- fo 35 y 36 mucho en aquellas costas, y que es peligroso dárdar fondo cerca de la tierra, sino es que sea en los puertos, enseñadas , y bahiasbahías que ayhay en ella, de los qualescuales, haziendohaciendo mencion del Puerto de Sire, que está en 40. grados, y 40. minutos, dizendicen, que ayhay en él muchas sardinas, y anchovas, y otros pescados semejantes áa los de las Costas de Galicia, y Cantabria, y que masmás adelante del puerto se véve tres leguas apartado de la BahiaBahía de los Leones el Cabo de Santa Maria, que iene un Farillon descubierto sobre la mar, con un banco, óo baxabaja junto al farillon, y detrás del cidho cabo cosa de una legua, poco masmás, óo menos yendo para el estrecho, tres enseñadas grandes áa modo de bahiasbahías, con algunas islas pequenas junto áa la costa, que son aquellas llaman de los pajaros, y en la boca de la tercera bahiabahía, poco masmás, óo menos de una legua áa la mar, otro farillon gradegrande, y dos masmás pequeños junto áa él 36. y 38. brazas, y piedra dentro de las bahiasbahías dichas de aquella costa (que corren Noroeste Sudeste) por la qualcual navegando para el Sudueste, se vénven otras dos bahiasbahías con otras dos islas, que son las de San Dionisio, áa vista de la tierra muy baxabaja, y áa la Mar de la bahiabahía del Sudueste un baxobajo descubierto, y antes de llegar áa él, un escarceo de aguia, que parece restinga con fondo de 8. de 9 y 10. brazas, hallandose áa la vista de la dicha costa por 48 grados, y dos tercios, quarentacuarenta y ocho, y cinquentacincuenta brazas de buen fondo, que lava cinco leguas a la Mar; con que se devedebe tener mucho cuidado, y reparar que junto al dicho baxobajo ayhay 26. brazas, y piedra, y leste oeste con él, dos islas, y la vigila, que señalan en su carta a los nodales tres leguas de mar en fuera, siendo todo el resto de la costa, y bahiabahía de San Julian, rafa con grande playa, y sin señal alguna, asiasí porque no la hallaron los Nadales, como porque el Mayre, escouten no hazenhacen mecionmencion) de señal alguna especial: dezimosdecimos cocon ellos, que quandocuando se váva navegando aquella costa ayhay tres millas Olandesas distantes de mar en fuera, y al Oriente las Islas Sebaldas, de que dizendicen que Sevaldo Vverte, hablando del Estrecho de Magallanes, dizedice, que distan de él áziahacia Lesnordeste, y al Oes Sudueste 50. millas Oladesasholandesas, que son las que devemosdebemos entender que serán, por quantocuanto eran Olandesesholandeses estos autores que son los masmás verdaderos que han escrito desta navegacionnavegación.
De la bahiabahía, y RioRío de San Julian, de quien tanto hazenhacen mencion diferentes navegantes que han viajado por aquella costas, no refieren cosa particular el Mayre, ni escounten , ni Los nodales en su viageviaje, fol. 24 tapocotampoco,los nodales dizendicen cosa notable, masmás que aquella tierra es muy facilfácil de conocer; porque quandocuando se váva del Nordeste a buscarla, hazenhacen como tres, óo quatro islas, no siendo sino tierra firme de la bahiabahía, y costa del RioRío de S. Julian, qque hazehace parecer la Tierra Firme, islas desde se véve que váva cerrando la una costa con la otra, que estendidaextendida, y dilatada playa con 33. y 36. brazas de fondo, embasa como de barro negro.
Desta bahiabahía, y RioRío de San Julian, que está Vbiedo 1. p. cap 20. fol. 14. y 6.2 fo.13 en 29. grados de altura refiere Gonzalo FernadezFernandez de Obiedo y Valdés, por relacionrelación de los que hizieronhicieron el viageviaje la primera vez con Fernando Manuel de magallanes, y la segunda, cocon Fray Iofré de Loayssa al descubrimiento del estrecho, y que en medio de la Boca del RioRío, ayhay una isla que tiene muchos pajaros blancos que parecianparecían palomas, con pies, y picos colorados, y que en la misma isla hallaron muchas ansares marinas, que en masmás espacio de media legua de longitud, y la mitad de latitud, cubrian todo el campo, y que no buelanvuelan, y pesa cada pajaro sin plumas, ni tripas áa 7, y áa 8. libras, y que la dicha bahiabahía, y RioRío de San Juliuan (áa donde Magallanes estuvo cinco meses) es buena para el anclage de todo genero de vajeles, sobre que demás áa as dizendicen los nodales: que despuesdespués que passaron la boca, y bahiabahía de dicho RioRío, hallaron quatro leguas para el Sudueste de ella cerca de la tierra fondo de 78. y de 90. brazas por costa limpia, hasta llegar áa las puntas de las barreras áa fondar junto áa ella 36. y 30. brazas yendo cerca de tierra, hasta la boca de la bahiabahía que se véve en 51. grados poco masmás, óo menos de altura, a done tres, úu quatro leguas apartados de la tierra reconocieroreconocieron fonda de 27. brazas de Bagas, y buena entrada para el puerto de dicho RioRío, y BahiaBahía de San Julian, en cuyo Paispaís, y dicho RioRío se véve raposas, y conejos menores que los de Europa.
Todos los que fueren navegando estaestá costa en demanda del Estrecho de magallanes, y de los demás pasagespasajes han de notar, que en passandopasando la entrada del RioRío de la Cruz, que es buena, y fondable, entra luego la otra costa, assimesmoasimismo fondable de 8. y 9. brazas en limpio, porque toda estaestá costa (que es la de barreras blancas) auqueaunque es algo alta, es rafa por arriba, como el Cabo de San Vicente en la Costa de Portugal, al fin de la qualcual dicha costa, yendo con cuydadocuidado, se hallará el RioRío de Gallegos, que es muy caudaloso, y con grande entrada, y tierra alta, por la parte del Norte, y unos arrecifes que hemos visto, y vemos que son los de que no haen mencion los nodales, que solo refieren, tiene mal fondo de la parte del Norte: Derrotas Australes, escritas por Templemant, que las hizo imprimir en Inglaterra, año de 1673. Los nodales, F.25. áa lo qualcual añade Juan Templemant Ingles, que passó pasó al Sur, quandocuando Carlos Enriquez Crerck, que tiene en dicha parte unos arrecifes maliciosos, de que se deverá deberá apartar el buen marinero entrando en el dicho RioRío, por la vadavanda del Sur, que es limpia, porque como notaron los nodales, del medio de la boca del dicho RioRío en adelante ayhay 10. 12. y 14. brazas en cascajo para la parte del Sur, cuya punta, y tierra, es rasa, y su playa corre ara el sueste, viendole en ella en distintas partes, y en quatro leguas poco masmás, óo menos 9. áa 9. montañas , que parecen islas, óo pinos con grandes ramas, hallandose al fin de la dicha costa, y en 52. grados poco masmás óo menos, el RioRío de Gallegos, corriendo despuesdespués su costa al Sueste, tomando algo del Sur, por estár este puerto muy enseñado : siendo lo cierto quartacuarta al Sur, por 12. por 14. y por 15. brazas de limpio, hasta llegar áa la tierra alta, qué váva al Cabo de las Virgenes, cuya mitad del camino es tierra baxabaja como playa, que no se véve sino estando muy cerca: pero la otra mitad para el Cabo de las Virgenes, es tierra masmás alta, y rafa por arriba, como la dicha del Cabo de S. Vicente de España.
Por lo que hallamos en todos los dichos autores, y por lo que la experiencia nos ha enseñado en tales navegaciones, se advierte áa mayor abundancia áa los que hizieren estas; que deven considerarque la Costa del RioRío de Gallegos de Mar en fuera, parece la del Cabo de las Virgenes, y asiasí para distinguir la una de la otra, se ha de advertir, que la punta alta de el RioRío de Gallegos, tiene en su fondo piedra, y Burgallao, poco fondable, y esto se devedebe entender enfrente de la punta, porque antes de llegar áa ella es limpio,y arenoso; pero quandocuando se vieren 8. úu 9. montones al modo de arbolesárboles por la costa, y playa que váva por el Cabo de las Virgenes, si fuere claro, luego se verá por la parte de Sueste salir la tierra alta del Cabo de las Virgenes, por cuya causa sino se viere, será bueno ir siempre con la Sonde en la mano, notando, que la punta de la Playa que váva para dentro del estrecho, poco masmás, óo menos de una legua, corre con el Cabo de las Virgenes, Nordeste Sudeste; hallandose junto áa la dicha punta cerca de tierra fondo limpio de 15. y 16.brazas y Noroeste Sueste, cocon el dicho Cabo de las Virgenes, y áa una legua, un banco de áa 6. áa 7. y áa 8. brazas no obstateobstante lo qualcual, por lo qque mira áa este dicho banco, advertimos de más áa masmás, qque aun que parece que tiene bastante aqua para la mayor Capitana de Europa, no por ello deverá deberá fiarse ningunningún capitan, ni piloto de él, por quatocuanto como en el Estrecho de Magallanes crecen; y menguan las aguas repentinamente, y mucho, podrá averhaber ocasion, que sobre el dicho banco, en tiempo de menguante no ayahaya agua bastante para navegar sobre él, en que hemos estado a pique de perdernos, y por lo que mira áa las alturas, y disposiciodisposicion desta costa, cocuerdaconcuerda) uniformemente los autores citados, que refieren con poca diferencia, que la Boca Oriental del Estrecho de Magallanes, está en 52 grados por la comuncomún opinion, con que refiriendo los nodales, que observaron 51. grados y, y un tercio Los nodales, fol. 52 Viedo se supra, fl. 4 y 14. El Mayre fol. 10. y 11. en la boca del estrecho, y 52. grados, y 24. minutos junto áa la tierra del dicho cabo, afirmando, que el envocamiento del dicho estrecho está en 52. grados y medio, y el Mayre, y escouten refiriendo, que tambientambién observaron 53. grados, 20 millas apartados de maren fuera de la tierra Meridional del estrecho, se infiere de todos, que está en 52. grados y medio la medianja de la dicha boca, y que está en su legitima altura, y de que se devedebe notar, que la señal principal de hallarse en ella, es que la agua colrie con mucha fuerza para el Sudueste cubierta de zargazo en 50. y en 54. brazas defondo de arena gruesa, con algunas piedrezuelas, y muchisimas ballenas; hallandose tambientambién otras muchas en estaestá dicha costa, desde 15 grados hasta los dichos 52. y medio de la dicha boca, y mucha abundancia de todo genero de pescados, y de agua, y lena en los riosríos de San Julian de la Cruz, y de Gallegos, pero en toda estaestá costa, aunque muchos no han visto gente en ella, el dicho Oliberio de Noor en la parte ya citada, refiere qque vió mucha gente en el Puerto de Sire, y las relaciones ya citadas por GozaloGonzalo FernadezFernandez de Obiedo, El Mayre fol. 9. assimismoasimismo lo dizendicen, como t bien asiasí lo da a entender el Mayre, qque haziendohaciendo relacionrelación del Puerto de Sire, refiere que vió alliallí abestrices, y unos animales a manera de cuervos con cuellos largos (que son los que en las demasdemás proas del Peru, se llaman guanacos, óo becuñas que dizedice, que huían de los hombres a los montes, y que en la Isla Rejia hallaron algunos Sepuleros cubiertos de piedra, y debaxodebajo de ellos unos esqueleros de cuerpos de hombres de a 10. y 11. pies de largo, que es lo cierto, que podra ser qque sea la gente de aquellas costas tal estatura, y no de a 13. y de 14. pies, como muchos han querido dar a entender, siendo lo contrario masmás verisimilverosímil, porque en OlandaHolanda, Amburgo, y en la Noruega, qque es paispaís de la contraposicioncontraposición de la altura del Polo Antarticoantártico, estamos viendo que en él ayhay muchos hombres de a masmás nueve pies de largo , y todos muy apersonados, como asiasí lo refieren los nodales de los que vieron en el Estrecho de Magallanes, y en el PasagePasaje del Mayre, pues si antes huvieran sido gigantes, es claro, y evidente, que no se huvierahubiera minorado la corpulencia de ellos, y que no es verdadera ninguna relacionrelación de los que antiguamente pretendieron hazerhacer creer en Europa, que los Patagones eran gigantes. quandocuando en la correspondencia de los Polos, indica la naturaleza lo cotrariocontrario, y la experiencia de los que hablan la verdad lo manifiestan.
Titulo XXXI. De las costas, islas, fondos, y señales que
ayhay desde el Cabo del
EspirituEspíritu Santo Oriental del Estrecho de Magallanes
áziahacia el medio
diadía, hasta los
PasagesPasajes del Mayre, de Brovers, y de la Roche.
Yendo desde el Cabo de las Virgenes, atravesando la Boca del Estrecho de Magallanes, para passarpasar el Cabo del EspirituEspíritu Santo, a buscar la Costa del Sur, por la parte del Norte de la Tierra del Fuego (en parte Austral, Los nodales desde fol. 2. y hasta fol. 32. y en parte oriental del dicho estrecho) se ha de passarpasar por 6. y por 7. brazas del dicho Bacobanco, y 22. y 24. brazas de buen fondo, y 35. y 36. brazas de Burgallao, cerca del dicho Cabo del EspirituEspíritu Santo, desde áa donde corriendo aquella Costa de Norte Sur, y parte de Noroeste Sueste para buscar la Canal de San Sebastian, (que estaestá en 53. grado, y medio, y sentir de otros, en 53. y 16. minutos) se devedebe aqui notar que se ha de ir con la Sonda en la mano, porque si con la Serrazon no se puede vérver la tierra en 6. y en 8. leguas áa la mar, ayhay fondo de 25. de 30. y de 40. brazas en limpio, pero en llegando áa reconocer piedra en el Sebo del Escandallo, es señal qque están muy cerca de tierra: si bien, El Mayre y Escoute fol. 10. 11. y 12. qque apartandose de ella segun, y como queda, dicho hasta 50. brazas dándan por señales el Mayre, y escouten (, que la arena es gruesa, negra, y cocon predrezuelas, masmás en llegádollegadollegado áa la Boca de la Canal de San Sebastian, añaden los nodales en parte citada, que ayhay 20. brazas de fodofondo limpio en dicha boca, y que de la vanda del Norte tiene una playa de arena blanca de masmás de 4. óo 5. leguas, que parte de la tierra alta que sale del Cabo del EspirituEspíritu Santo, pareciendo desde de la mar todo entrada, hasta que llegandose cerca de ella váva pareciendo la playa, descubriendo áa puntas de arenas que estaestá de la vanda del Norte de la dicha Canal de San Sebastian descubriendole masmás despuesdespués la entrada de ella cocon una boca qque tiene masmás de legua y media, y de la parte del Sur la tierra masmás alta, qque ninguna de las qque se vénven en todas las dichas costas de la parte del Norte, hallandose hasta media bahiabahía 15. y 20. brazas de fondo limpio, y de media canal para el Sur, 6. y 7. brazas de fondo de piedra, y poco limpio el qualcual dicho fondo llegado a reconocer en la piedra, se véve, que descubre del desde ella la Canal para dentro, con tanta anchira, como la entrada pareciendo fermas grande de lo que es estaestá canal que está en dicha parte, saliendo del segundo golfo entre las estrechas del Estrecho de Magallanes.
Desta canal, aunque la hemos visto, no hemos estado en ella, y hemos sabido comunicando con algunos que la han navegado en parte, que es fondable para embarcaciones de poco porte, que aunque de ella presumen que tiene mucho fondo por la mediania, es la corriente tal, y las rebesas tan vilentas, que dificultosamente se podra navegar sin dilatarse mucho tiempo, para en él aprovecharse de las mareas que precisamente han de ser variables, y poco seguras en aquel desaguadero.
Prosiguiendo, pues, nuestra relacionrelación, y derrota, por lo que hallamos en las derrotas de el Mayre, y de escouten , de los nodales, de Brovers, y de otros muchos que hemos visto, y examinado con la inteligencia, que el arte, y experiencia nos enseña , dizendicen el Mayre, y su compañero , que navegando aquella costa fondaron 40 brazas, reconociendo tierra montuosa, y cubierta de nieve, hasta el cabo de ellas, llevandoles las corrientes áziahacia el medio diadía, hallando muchos generos de escados, y millares de pinguinas, y de ballenas, que les hazianhacian barlo ventear con los vajeles, por no encontrar con ellas, que es lo propio que refiere Enrique Brovers, en su relacionrelación jurada, que diódio a sus estados de OlandaHolanda el año 1646 impressaimpresa en el ayahaya su corte, y lo que assimismoasimismo dizendicen por distinto modo los nodales, y Diego Ramirez, en las parrespares citadas, entendiendose todo esto, desde el Cabo de EspirituEspíritu Santo, hasta la Canal de San Sebastian referida, desde la qualcual corriendo la costa para el PasagePasaje de Mayre empieza Nordeste, Sueste, quartacuarta de Norte, y de Sur, hasta el Cabo de Penas, que ponen todos en poco masmás de 54. grados y medio con poca diferencia los unos de los otros, refiriendo una numes, que en passandopasando la entrada de la dicha Canal de San Sebastian, para el Cabo de Pena cerca de la tierra, se va navegando dos, óo tres leguas por 6. o 7. brazas de fondo, y de piedras descubiertas que parecen barcos de pescadores desde áa donde yendo en demanda del el Cabo de Penas, ayhay otra enseñada apacible, y fondable con un caudaloso RioRío, y buen puerto, congran cantidad de Indios, que refieren Juan Clas en su diario de la navegacionnavegación occidental, al oriente por el PasagePasaje del Mayre, desde fol. 23. hasta fol. 28. averhaber visto en el Juan Clas que estuvo 18. diasdías en aquella enseñada áa donde tambientambién estuvimos, yendo para Tarramate el año de 1672. qque salimos de OladaHolanda, y en passandopasando el dicho Cabo de Penas para el Sur, óo para el Sueste, ayhay otra enseñada grande con montañas muy altas cargadas de nieve, que parecen islas, las qualescuales son rafas por arriba con arbolesárboles, corriendose estaestá costa hasta Norueste Sueste, por 23. y por 25. brazas de fondo limpio hasta el Cabo se Santa Inés, antes del qualcual se han visto en diferentes vezesveces muchos Indios, unas vezesveces vestidos con pieles, al parecer de carneros: y otras vezesveces desnudos en gran cantidad qque avitahabita aquellas partes, donde se refiereque ayhay mucho oro, y aun se presume de lo que hemos entendido de algunos, que de poco tiempo áa este parte háha estado en la Tierra del Fuego, que en ella tienen los Olandesesholandeses algunas factorias, y tambientambién un lugar pequeño los ingleses: lo qualcual de más áa masmás devemosdebemos presumir, porque en varios naviosnavíos que hemos visto salir de OlandaHolanda para Tarranate, y Tidore, se han embarcado muchas familias, de que se deziadecia, que iban para la Tierra del Fuego, que siendo asiasí que están alliallí pobladas las dichas naciones, fuera covinienteconveniente se echassenechasen de aquella parte, porque en ella subsitiendo, serán bastantes para continuamente tener inquietos al Reyno del Perú, y de Chile y en tal manera, que asiasí como fueren aumentado las poblaciones y fuerzas de los dichos estrangerosextranjeros, en la Tierra del Fuego, se aumentaran ls inquietudes de piratas, y contravandistas en el Mar del Sur.
DespuesDespués de passarpasar el dicho Cabo de Santa Inés, que está en 54. grados de la elevacionelevación de aquel Polo en latitud Austral, parece que de lo demás de las costa es limpia, y arenosa, y sin arbolesárboles, viendole aziahacia el Estrecho el Cabo de S. Vicente, que el Mayre llama la Punta de la Tierra de Mauricio de Nasau, cuya punta es rafa, aunque algo alta, pareciendo que por encima de ella se vénven otras montañas que estanestán de la parte de leste del PasagePasaje del Mayre, qque le váva descubriendo en llegando al dicho Cabo de San Vicente con otro cabo rafo áa la misma entrada, que parece que es el de San Diego, distante el uno del otro 3. óo 4. leguas algo baxosbajos, respecto la otra tierra que se ve V de la una, y de la otra vanda desde passagepasaje, que tiene ocho leguas de entrada por la Vanda del Norte en 55. grados, debaxodebajo del Meridiano de 320. grados de la Equinocialequinoccial, sirviendo de ouerto, y passo fracofranco a todos los estragerosextranjeros) piratas, y cotravadistascontrabandistas, qque por él quirequieren passarpasar áa las Filipinas China, y Malucas, y al Mar del Sur, siendo lo referido en orden al la disposiciodisposicion de aquellas costas, recopilado de los nodales, del Mayre, de Brovers, y de otros muchos, que legalmente han dexadodejado escritas sus derrotas, que adocenadas, se hallan en Inglaterra, Francia, y en OlandaHolanda, por ser todas estas naciones las que continuamente navegan el pasagepasaje de el Mayre, qque dos vezesveces hemos passadopasado para el Oriente, y una para Europa: la una de ellas, en compañia de franceses áa comerciar, y la otra con Olandesesholandeses, con quienes, desde el año de 72. hasta el de 79. hemos continuamente comerciado en paisespaíses que no son de su magestadmajestad, sin piratear, ni introducir contravandoscontrabandos en sus dominios.
Como el PasagePasaje de Brovers, y el PasagePasaje de la Roche, fueron descubiertos accidentalmente, no será possible dárdar individuales noticias de sus costas, masmás qque algunas que por mayor refieren los dichos descubridores, que comunmentecomúnmente dizendicen en sus derrotas, que la tierra de los estados de OlandaHolanda, es muy alta, y cubierta de nieve, y les pareciopareció, que todátoda aquella tierra era muy fondable, y que teniatenía en si entre el PasagePasaje del Mayre, y el de Brovers dos islas pequeñas , pegadas áa la tierra, y ocho, úu diez enseñadas, que parecen formase de los caudalosos riosríos, que devedebe de tener aquella tierra de los estados de OlandaHolanda, que entre si, y otra isla masmás al oriente forman el pasagepasaje de Brovers, debaxodebajo de el Meridiano de 320. grados de la Equinocialequinoccial, poco masmás, óo menos, pareciendo que corre su costa Sudueste, Nornoroeste, y la de la Isla de la Roché Lesnordeste, o es Sudueste, que es lo masmás que hemos podido conlegir de los Derroteros de Brovers, y del Mayre, ya citados en el capitulocapítulo 3. sobre el descubrimiento destos pasagespasajes, y que segun la dispocisiondisposición de Brovers, parece que el de la Roché estará debaxodebajo del Meridiano de 327. óo 328. grados Equinociales, poco masmás, óo menos, y todas aquellas tierras en latitud de 55. áa 55. grados y medio Australes.